El pasado 07 de marzo hicimos parte del Foro “Análisis del estado de implementación del enfoque de género en el marco del Acuerdo Final de Paz” organizado por la Comisión de Derechos Humanos y Audiencias de la Cámara de Representantes del Congreso de la República, en el cual nos reunimos con congresistas, representantes del Gobierno Nacional y organizaciones de la sociedad civil defensoras de los derechos de las mujeres y las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas.
En esta importante cita el foco de discusión en los tres paneles fue el nivel de avance en la integración del enfoque diferencial de género y de diversidades sexuales y de identidad de género en los seis puntos del Acuerdo Final de Paz, tras casi 7 años de su firma en la Habana. El panorama expuesto por entidades del Gobierno Nacional levanta una alerta nacional en el atraso y retroceso en este tema. Según el Instituto Kroc, de los 578 compromisos generales del Acuerdo, 130 incluyen el enfoque de género, en los cuales existe un rezago generalizado a nivel de implementación, estando sólo el 12% en estado de implementación completa, el 19% intermedia, el alarmante 53% está en implementación mínima y no se ha implementado el 15% de esos 130 compromisos. La principal debilidad en la implementación del enfoque de género y diversidades sexo-género se evidencia en lo relativo a los puntos uno (reforma rural) , dos (participación política) y cinco (víctimas).
Si bien la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz reporta un aumento histórico en el presupuesto para la implementación de los compromisos en los distintos puntos del acuerdo, otras entidades como la UNP advierten el alto riesgo para las mujeres y personas LGBTI firmantes y reincorporadas mediante hechos victimizantes como violencia sexual, estigmatización, desplazamiento forzado, reclutamiento forzado de sus hijxs, barreras para el acceso a la participación, entre otros. Igualmente, aunque la Agencia Nacional de Tierras reporta la inclusión de criterios de priorización basados en género para la formalización y adjudicación de tierras en el marco del Acuerdo de Paz, quedan por fuera las personas sexo género diversas campesinas y rurales y el avance en la entrega de tierras a las mujeres sigue siendo mínimo respecto de las tierras adjudicadas a hombres y organizaciones campesinas, lo que implica una deuda en el punto uno del Acuerdo (reforma rural integral).
Por su parte, el Magistrado Oscar Parra Vera de la Jurisdicción Especial para la Paz expuso los avances del Macrocaso 11 indicando que el análisis está reconociendo la grave afectación por violencia de género y por prejuicio tanto a las mujeres y personas LGBTI de la sociedad civil como también a integrantes de las filas de los distintos grupos armados. Indicó el Magistrado que el macrocaso está concentrándose en identificar las motivaciones para la comisión de estos hechos victimizantes, derivadas de lógicas de los grupos armados como lo son las masculinidades guerreras y el disciplinamiento militar de los cuerpos. Las organizaciones de la sociedad civil reportan importantes dilaciones tanto en la apertura del macrocaso, como también en su trámite y avance.
Finalmente, en nuestra intervención hicimos énfasis en la preocupante desprotección a los liderazgos sociales, especialmente de mujeres y personas sexo-género diversas, lo cual se extiende tanto a buscadorxs de personas LGBTI dadas por desaparecidas, líderesxs comunitarixs, víctimas acreditadas en los distintos macrocasos e integrantes de los sujetos de reparación colectiva LGBTI. A este llamado y denuncia se unieron otras organizaciones de la sociedad civil como Colectivo Justicia Mujer, Corporación Humanas, Colombia Diversa, La Ruta Pacífica de Mujeres, SISMA MUJER y la Red Nacional de Mujeres, indicando que, si bien la implementación del Acuerdo de Paz se encuentra rezagada en general, el atraso en temas de género y diversidades sexo-género es aún mayor y más preocupante, teniendo en cuenta también lo reportado por la Comisión de la Verdad.
La Comisión de Derechos Humanos y Audiencias de la Cámara de Representantes reitera como principal conclusión del foro la necesidad de acelerar urgentemente la implementación del Acuerdo Final de Paz, debiendo ser una implementación integral que incluya el enfoque de género y diversidad sexual e identitaria en todos sus puntos; ello mediante el robustecimiento por parte del Gobierno Nacional de acciones y presupuesto para la incorporación de estos enfoques diferenciales.