13 de septiembre de 2021. De los 9.165.126 de víctimas del conflicto armado en Colombia de acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), 4.190 son personas LGBT. Sin embargo, aún existe un alto subregistro de esas cifras, debido a que muchas víctimas no han denunciado por el miedo a vivir de nuevo estas violencias y a los prejuicios que se encuentran en materia de acceso a la justicia.
Además, el RUV reporta 11.608.952 de hechos víctimizantes de los cuales 7.955 fueron contra personas LGBT, es decir, que una misma persona pudo vivir más de una situación de violencia, desde desplazamiento forzado, violencia sexual, amenazas, desaparición o reclutamiento forzado por todo tipo de actores armados, tanto legales como ilegales. Los hechos víctimizantes que más registran son 3.879 personas víctimas de desplazamiento forzado, 1.326 de amenazas y 521 de violencia sexual. Estos datos evidencian que muchas personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas tuvieron que abandonar sus territorios para proteger su vida; al tiempo que otras resistieron, fueron amenazadas y hostigadas por quedarse en sus hogares; y en tercer lugar personas que fueron victimas de violencia sexual.
En relación a la violencia sexual como hecho víctimizante, hay un amplio subregistro de este crimen. Se presume que las estadísticas son altas, ya que muchas personas LGBT denuncian y relatan en varios informes presentados ante la Comisión de la Verdad (CEV) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) haber sufrido este tipo de violencia por parte de actores armados legales e ilegales. Además, varias organizaciones de la sociedad civil, asociaciones de víctimas, colectivas, entre otros, se han unido para exigirle a la JEP que abra un macrocaso de violencia sexual, teniendo en cuenta de que la violencia sexual no fue un efecto colateral de la guerra, si no por el contrario una estrategia para generar terror y en el caso de personas LGBT un crimen con una intención correctiva contra personas con OSIGEG diversas.
Volviendo a la cifra inicial de las 4.190 personas LGBT víctimas del conflicto armado, 634 fueron personas afro y 169 indígenas, lo que denota una violencia no solo en razón de prejuicio relacionado con la diversidad sexual y de género, si no también con motivo de su etnia o raza y es aquí donde el conflicto armado no sólo vulneró cuerpos y desapareció identidades si no que también atentó con la ancestralidad y cultura de las personas afro e indígenas LGBT.
Además, entre las regiones más afectadas se encuentran la región Andina, Caribe y Pacífica, teniendo en cuenta que los territorios en los que más ocurrieron estos hechos fueron en zonas rurales y periféricas, donde los actores armados tomaron un control total de estos a causa de la ausencia estatal.
Así las cosas, nos encontramos frente a un panorama dónde se registra que hubo 4.190 personas LGBT víctimas del conflicto armado, pero podría suponerse que está cifra es mucho más alta. Por lo menos en los informes que Caribe Afirmativo ha presentado a la JEP y a la CEV, las víctimas relatan que no se han registrado en el RUV por miedo a vivir de nuevo estas violencias, a que los actores armados tomen represalias contra ellas o sus seres queridos y que cuando lo han intentando se han encontrado con violencia institucional por parte de las personas que trabajan en las entidades públicas encargadas de tomar las declaraciones frente a estos hechos.
Por otro lado, aunque poco a poco en las agendas de paz el tema LGBT, de género y el estudio de estos casos desde un enfoque diferencial ha tomado protagonismo, aún queda mucho por hacer. Así como hay un alto subregistro, también existe un alto índice de impunidad. El conflicto armado invisibilizó las violencias que vivieron las personas LGBT, porque su diversidad y resistencia se opone a un sistema patriarcal que subyace en la cotidianidad y se agudiza en los contextos controlados por estructuras armadas.
Es preciso visibilizar estas violencias que dejaron una herida colectiva en todos los colombianos y colombianas y en mayor medida en las personas LGBT que sufrieron durante la guerra. Es por todo lo anterior que, desde Caribe Afirmativo, reiteramos nuestro compromiso no sólo en el estudio de estadísticas, si no en la construcción de verdad y memoria de las personas LGBT víctimas del conflicto.