El gran logro del movimiento feminista de la despenalización del aborto hasta la semana 24 no significa el fin del camino, por el contrario, en la continuación de este proceso necesariamente deben participar todas las personas con la capacidad de gestar
28 de septiembre de 2022 En el marco del Día de la Acción Global por un aborto legal y seguro, reconocemos como una decisión histórica la despenalización del aborto hasta la semana 24 en Colombia, la cual busca proteger a mujeres, hombres trans, personas no binarias y cualquier persona con capacidad para gestar. Sin embargo, siguen existiendo barreras y poca visibilidad de estos dos últimos grupos al momento de acceder a este derecho.
En una investigación de Profamilia y la Alianza Trans Abortera de Colombia se realizaron 47 encuestas a hombres trans y 94 a personas no binarias. Los resultados arrojaron que el 10% de elles, en algún momento de su vida, había necesitado abortar pero el 36% no lo pudo hacer. En un 14% de los casos no accedieron al servicio por barreras administrativas, en un 7% por falta de dinero y, en otro 7%, por falta de información. Esto significa que, pese a que los hombres trans y personas no binarias pueden tener un aborto legal y seguro en el país, siguen existiendo barreras que impiden que se les garantice este derecho de manera integral, lo cual puede llevar a la realización de abortos inseguros que ponen en riesgo la vida de las personas en embarazo.
Ahora bien, el gran logro del movimiento feminista de la despenalización del aborto hasta la semana 24 hace parte de un camino donde se sigue luchando por abortos seguros para todas las personas que los necesiten. En la sentencia C-055-2022 la Corte Constitucional exhorta al Gobierno Nacional y el Congreso de la República a tomar acciones efectivas para la garantía del acceso al aborto, aunque no establece un plazo definido para esto. En ese sentido, la formulación y el diseño de la Política Pública Integral sobre los derechos sexuales y reproductivos será una hazaña importante cuando sea finalmente materializada.
Esto implica corregir lo que se ha venido haciendo mal, pues las políticas públicas en Colombia han sido diseñadas desde una perspectiva de ciudad y carecen de un enfoque de participación, reduciendo a documentos de oficina las realidades de los territorios, en donde persiste la cultura machista y criminalizadora de los cuerpos de la mujer y de otros cuerpos gestantes.
En ese sentido, se requiere crear programas y planes integrados al Sistema de Salud colombiano que permitan el acceso democrático al derecho de abortar. Esta Política Pública debe tener enfoques diferenciales y reconocer el derecho para todas las personas que puedan gestar, evitando las trabas existentes en el sistema de salud y los juicios por parte de personas médico que puede invisibilizar o desconocer las identidades de género. Se requieren acciones desde lo social, político, comunitario y económico para la promoción y ejercicio libre de los derechos sexuales y reproductivos con un enfoque de planeación, con miras a desmitificar el sexo y el placer, la erradicación de los prejuicios, y la comprensión de situación de desigualdad que existe en el país.
Desde Caribe Afirmativo reconocemos como una necesidad urgente que se garantice el derecho a un aborto legal y seguro de una manera respetuosa de las identidades de género. También enfatizamos en que es necesario visibilizar a los hombres trans y personas no binarias como sujetos de derecho a decidir sobre sus cuerpos.