24 de noviembre de 2021. Cinco años después de la firma del Acuerdo Final, entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, la implementación del acuerdo avanza lentamente. Tal lentitud afecta también la participación de mujeres y personas LGBTI, quienes fueron incluidas en la labor de construcción del documento final y los insumos para este, pero no han sido parte del proceso de implementación de las medidas contempladas.
El reto de la implementación es complejo. Si se habla particularmente de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, documentos guía construidos por la población de los territorios que más han sufrido la guerra en el país, la implementación avanza muy lentamente. De 5,3 billones de pesos colombianos que deben ser invertidos para lograr implementar todas las iniciativas en un plazo de 15 años, solo se está invirtiendo 2 billones anuales, retrasando el cumplimiento de este plazo en 24 años. Más aún, como ha observado Caribe Afirmativo y Fundación Triángulo en su trabajo apoyado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo en territorios como Montes de María, Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá, Zona Bananera, y Sur de Córdoba, existe desconocimiento por parte del funcionariado local y de las autoridades municipales de cómo implementar las medidas de los PDET con un enfoque de género y diversidad sexual. El trabajo de campo también mostró que la articulación entre las autoridades locales y departamentales con instancias más altas para la implementación de los PDET es poca, y que se necesita más articulación entre estas si se quieren implementar los PDET al ritmo que establece el Acuerdo de Paz.
Si se toma en cuenta cada uno de los puntos establecidos en el Acuerdo, la implementación en clave de género es complicada. De 105 medidas identificadas como clave en temas de género y diversidad sexual, 28 no han avanzado o han tenido avances muy reducidos; 55 han tenido avances parciales; y 22 han sido ejecutadas exitosamente o han tenido avances oportunos.
La situación para las personas LGBTI y su participación en la implementación ha sido, igualmente, lenta e inefectiva. Caribe Afirmativo y Fundación Triángulo, con el apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo ha identificado diferentes áreas de incidencia en las cuales trabajar, de forma articulada, para apoyar una agenda de diversidad sexual dentro de las diferentes áreas de implementación del Acuerdo de Paz. Así, la labor de incidencia, seguimiento y análisis ha sido clave para conocer cómo va la implementación de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), haciendo particular énfasis en la importancia de la inclusión de las personas LGBTI en la construcción de un territorio en paz.
En la Jurisdicción Especial para la Paz, se ha reconocido la violencia en contra de personas LGBTI como una constante en el conflicto armado en el país. Partiendo de la situación territorial de lugares como Urabá y Norte del Cauca y sur del Valle del Cauca, la magistratura de la JEP ha creado subcasos dentro de estos casos para hablar de delitos en contra de personas LGBTI cometidos por diferentes actores armados (FARC-EP, Fuerza Pública, paramilitares, y demás). Así, Caribe Afirmativo y la Fundación Triángulo, gracias al apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo ha posicionado el concepto de violencia por prejuicio, que permite hablar de violencias cometidas por grupos armados en contra de personas LGBTI debido a estigmas, jerarquizantes y excluyentes, que generaron amenazas, violencia sexual, desapariciones, homicidios, feminicidios, secuestros, y desplazamiento forzado.
Otra parte del Acuerdo, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, ha incluido también un enfoque de diversidad sexual para contar el conflicto armado. La inclusión de personas LGBTI, e incluso la creación de un Equipo de Género dentro de la Comisión, ha sido fundamental para conocer las narrativas de las personas LGBTI que, históricamente, han sido silenciadas. Las diferentes organizaciones sociales, incluyendo Caribe Afirmativo, han presentado así informes sobre violencias en contra de personas LGBTI, contra colectivos LGBTI, niños, niñas y adolescentes con orientaciones sexuales, identidades de género y/o expresiones de género diversas, personas LGBTI afrodescendientes. Estos informes han sido fundamentales en el trabajo de la Comisión, la cual se prepara para publicar y socializar su informe final ad portas del final de su mandato, en junio del año 2022.
Finalmente, una parte fundamental de la implementación del acuerdo, en clave de diversidad sexual y de víctimas del conflicto armado, tiene que ver con la búsqueda de personas dadas por desaparecidas. En este sentido, la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas representa una oportunidad clave para encontrar a aquellas personas LGBTI que, debido al estigma y la complicidad social, nunca fueron encontradas ni reportadas como desaparecidas ante las autoridades competentes. Su trabajo y articulación con organizaciones como Caribe Afirmativo y Fundación Triangulo, que gracias al apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo, le han permitido la creación de lineamientos para la búsqueda de personas LGBTI, un documento histórico en el mundo, en el que por primera vez se establecen líneas claras de acción para encontrar a personas que, por las dinámicas del conflicto, habían sido invisibilizadas.
Los avances y retos en la implementación del Acuerdo de Paz traen consigo el reto de financiar la construcción de paz desde las organizaciones de la sociedad civil. He aquí donde la cooperación internacional ha jugado un papel fundamental, permitiendo que organizaciones de mujeres, étnicas, de niñez, y LGBTI, puedan participar y aportar activamente a la implementación del Acuerdo. Tal apoyo por parte de la comunidad internacional es así clave, en un país en que la institucionalidad ha invisibilizado históricamente a las personas con orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género diversas. Gracias al apoyo financiero y técnico de los programas de desarrollo y cooperación internacional, las personas LGBTI en Colombia tienen un apoyo de la comunidad internacional que permite interactuar directamente con las instituciones, utilizando sus voces y trabajo comunitario históricos para posicionar sus agendas. Ser una persona LGBTI en Colombia es ser constructoras de paz.
Agradecemos el compromiso de las extremeñas y extremeños y solidaridad con la Paz de Colombia, estamos seguras y seguros que esta paz que será estable y duradera, que avanzara en materia de igualdad de género y de desarrollo territorial, será una gran oportunidad de demostrarle a España y al mundo lo importante del hermanamiento y la cooperación entre los pueblos.
Wilson Castañeda Castro
Director Caribe Afirmativo