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Generando espacios para el reconocimiento de mujeres trans trabajadoras sexuales en el caribe

Caribe Afirmativo acompaña esta propuesta que busca garantizar derechos a mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en la región y experimentan múltiples riesgos a su integridad personal.

El pasado jueves 6 de septiembre de 2018, la cooperación Internacional del Fondo Financiero de proyectos y desarrollo “FONADE” realizó el taller Mesa de Trabajo Interceptorial, que tuvo lugar en Hotel Sonesta desde las 8:00 a.m. hasta las 4:00 p.m., donde la invitada principal fue la presidenta de Mujeres Buscando Libertad “ASMOBULI”, Fidelia Suarez Tirado. Este fue un gran espacio donde se contó con la presencia de diferentes oficinas de la Gobernación del Atlántico y de la Alcaldía de Barranquilla, así como la especial asistencia de mujeres trabajadoras sexuales, entre ellas yo, que siendo la única mujer trans que además de ser defensora de derechos humanos LGBTI, en tiempos libre ejerzo el trabajo sexual por medio de página web.

Considero que es importante resaltar los temas que incidan en los derechos de las mujeres trabajadoras sexual, para que dejen de ser un tabú en la Región para funcionarias y funcionarios públicos; esto con el propósito que el funcionariado reconozca las problemáticas que vivimos nosotras las trabajadoras sexuales, los prejuicios y los riesgos que enfrentamos ejerciendo este trabajo.

Pero como decía Fidelia Suarez, “…la idea no es que nos enseñen a bordar, a coser, a cursos de belleza… ¡No!”, lo que se quiere es que este sea un trabajo reconocido y garantizado como otro trabajo del país. Es necesario que capaciten a las instituciones del Estado, incluyendo a los agentes de policía, quienes son los principales agresores que vulneran los derechos de nosotras las mujeres que ejercemos este tipo de trabajo. En esta oportunidad, se habló de cómo desde las mismas oficinas de trabajo del Estado se pueden mejorar estos tipos de violencia. Precisamente, en días pasados, un policía agredió físicamente y verbalmente a una trabajadora sexual, dejando su rosto desfigurado y golpes en el resto de su cuerpo; este caso fue denunciado ante la Fiscalía y la única sanción que le impusieron fue no permanecer fijo en su puesto de trabajo, es decir, que rondara por otros CAI de la ciudad.

Este tipo de casos promueve la naturalización de las violencias, la desconfianza en la institucionalidad y la impunidad en casos de violencia hacia las mujeres trans trabajadoras sexuales. El riesgo que vivimos las mujeres trans trabajadoras sexuales cada vez se incrementa en cifras, desconociéndose nuestra identidad y enfrentando en muchas ocasiones casos de violencia.

Este espacio es sumamente incidente para que funcionarios y funcionarias nos escuchen y gestionen, con el fin de que esta problemática, como muchas otras vulneraciones que se vive en la ciudad y en el departamento, disminuya.

Es muy importante que en estos espacios se involucren más a las mujeres trans trabajadoras sexuales de Barranquilla y el Atlántico, para darles voz y la oportunidad de hablar desde sus experiencias, especialmente en las zonas de trabajo sexual.