Llagamos a 10 años por el reconocimiento de derechos de la diversidad sexual y las identidades de género.
Cerramos el año 2018, llenos de alegrías y muchos aprendizajes. Para el equipo de Caribe Afirmativo, fue un año marcado por el dolor de la pérdida de nuestro compañero y amigo Saúl Castellar, pero también cargado por la esperanza de una mejor región para las personas LGBT.
Desde nuestras Casas de Paz de Maicao, Ciénaga, Soledad, El Carmen y la nueva en Montelíbano, con el apoyo de la Fundación Interamericana, profundizamos nuestra vocación de trabajo comunitario y de construir con las comunidades expresiones de paz y reconciliación.
En nuestro trabajo en Uribia y Riohacha, la Guajira y en Cartagena con el proyecto Raza, Etnias y Diversidad, apoyado por la OIM, profundizamos nuestros aprendizajes con perspectiva de interseccionalidad en relación con los grupos afros e indígenas, y en la promoción de campañas conjuntas para desmotivar la discriminación racial, la homofobia y transfobia que encuentran expresiones de exclusión similares.
Con la puesta en marcha del sistema de justicia transicional, en nuestro proyecto “Voces. Por la verdad y la justicia”, con el apoyo de ICTJ y la Embajada de Holanda, venimos trabajando en construir casos de contexto e identificar hechos victimizantes para presentar a la Jurisdicción Especial para la Paz, a la Comisión de la Verdad y a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas; de esta manera buscamos asegurar que estos procesos de implementación de la paz garanticen la reparación y el reconocimiento de derechos de las personas LGBT.
Con el apoyo de USAID, en Caucasia y Segovia en el departamento de Antioquia y en el departamento de Córdoba, haciendo énfasis en los municipios de Montería, Puerto Libertador, Tierralta y Montería, venimos promoviendo con la red de hermanamiento de colectivos LGBT estrategias de protección y seguridad que garanticen que su activismo y trabajo de visibilidad no les genere riesgos. Este mismo apoyo, por otro lado con el Programa Justicia para la Paz en el Urabá Antioqueño, Córdoba y Putumayo, acompañamos a las personas LGBT en las rutas de acceso a la justicia y a los operadores del sistema la aplicación de un enfoque diferencial en sus políticas de prevención, atención y sanción.
Con el apoyo de la Cooperación Extremeña y la alianza con la Fundación Triangulo de España, hemos logrado sacar adelante la iniciativa “Enterezas: mejorando la respuesta a casos de violencia contra las mujeres lesbianas, bisexuales y trans”, nos ha permitido en cada uno de los 8 departamentos del Caribe colombiano (Córdoba, Sucre, Bolívar, San Andrés, Atlántico, Cesar, Magdalena y La Guajira) y en Honduras y República Dominicana, acompañar a las mujeres del movimiento de diversidad sexual y de genero e identificar junto a ellas las expresiones de violencia que ponen su vida en riesgo en razón de su orientación sexual, identidad o expresión de género.
La emergencia humanitaria de la migración de las hermanas y hermanos venezolanos, han hecho de nuestras casas de Paz espacios de acogida de personas venezolanas LGBT y con ellas y ellos hemos venido construyendo estrategias de atención, particularmente a quienes llegan en los procesos migratorios viven con VIH y a las compañeras trans que están en el ejercicio del trabajo sexual. Además, esta situación coyuntural nos ha permitido durante el año activar diferentes expresiones de incidencia local, nacional e internacional para que los compromiso migratorios incluyan atención diferencial a las personas LGBT.
El relevo generacional es una realidad, por ellos saludamos el crecimiento y vigor de nuestras siete Escuelas de Liderazgo LGBT, de la mano de FESCOL, en las que más de 100 jóvenes LGBT de la región se preparan para el activismo y la defensa de los derechos humanos en Maicao, Ciénaga, Soledad, Barranquilla, El Carmen de Bolívar, Cartagena y próximamente en Montelíbano.
Finalmente, fuimos elegidos como organización que trabaja con víctimas del conflicto armado en la Mesa Nacional de Victimas; hacemos parte del Consejo Nacional de Paz, por nuestro acompañamiento a los diálogos de paz y la participación también en los Consejos de Paz de Bolívar y El Carmen; y estamos haciendo incidencia en los PDETS de la región, para que garanticen el enfoque de género, fomentando alianzas con el movimiento de mujeres y el movimiento de paz en el territorio para una participación efectiva.
Todo esto es posible gracias a el excelente equipo de trabajo conformado por 25 personas, que en roles muy diversos y con un alto rendimiento en su trabajo y un nivel de entrega insuperable, movilizaron ideas, propuestas, procesos pedagógicos y acciones de transformación a nuestros cooperantes, que hacen posible las acciones, a otros grupos poblacionales que acompañan nuestra agenda y a las miles de personas del Caribe y de Colombia que saben que la diversidad es sinónimo de igualdad y paz.
Recibimos el 2019 con la alegría de cumplir 10 años de trabajo y con el compromiso renovado para seguir moviendo acciones de la mano de muchos y muchas para que la paz no tenga retrocesos y esta sea garantía de vida digna para las personas LGBT.
Caribe Afirmativo