Las personas LGBTIQ+ se enfrentan diariamente a prácticas de violencias hacia su construcción identitaria diversa. En los espacios públicos imperan posturas conservadoras que intentan limitar derechos y libertades individuales y colectivas.
En un ejercicio participativo Caribe Afirmativo, como organización social que lucha por los derechos de personas LGBTIQ+, lanzó la estrategia “Mapeemos la exclusión” que inicio con el recorrido por las localidades y barrios el área metropolitana de Barranquilla en el mes de abril del 2022 mediante la técnica participativa de cartografía social con una perspectiva integradora, cuya meta era conectar las vivencias en los cuerpos de personas LGBTIQ+ y las ciudades o municipios. El pasado 15 de mayo, en el marco de la lucha contra la homofobia y la transfobia, este ejercicio se extendió a más territorios del país, de forma tal que las personas con orientaciones sexuales, identidades y/o expresiones de género diversas ubicaron prácticas y hechos de violencia en distintas ciudades y municipios del país, para medir e identificar la exclusión en lugares específicos.
El instrumento clasifica la opinión de más 300 personas que participaron en encuestas presenciales y virtuales en 13 ciudades y municipios del país sobre las formas de violencias, los lugares seguros e inseguros y la frecuencia con la que ocurre en la vida cotidiana, las cuales son normalizadas y aprobadas socialmente por la sociedad en general.
Barranquilla |
87 |
Soledad |
15 |
Maicao |
13 |
El Carmen de Bolívar |
28 |
Ciénaga |
30 |
Cartagena |
42 |
Medellín |
64 |
Montelíbano |
26 |
Otras ciudades y municipios |
7 |
Total |
312 |
En el marco del día internacional de los Derechos Humanos, Caribe Afirmativo presenta los resultados preliminares del ambiente hostil al que se enfrentan personas LGBTIQ+, el cual se han convertido en “pan de cada día”: escándalos, señalamientos, burlas y otras prácticas continuas que son más visibles en los últimos años. ¿A qué se enfrentan las personas LGBTIQ+ que intentan habitar las ciudades y municipios?
Las preguntas fueron diseñadas específicamente para el contexto rutinario de personas OSIGEG diversas. A partir de la clasificación de estas opiniones -30 preguntas por persona- el mapeo de la exclusión permite identificar las formas en que las violencias operan en el día a día hacia las personas LGBTIQ+ en Colombia.
Más del 60% de las personas participantes en Barranquilla, Cartagena, Soledad y Maicao manifestaron haber sufrido más de dos violencias en el momento en el que habitan el espacio público. Al menos el 55% han sido insultadas, mientras que más del 48% han recibido violencias verbales y más del 40% han sido amenazadas. El 38% fue víctima de bullying, especialmente en entornos educativos, y el 37% han sido víctimas de violencia sexual. Este dato no es menor teniendo en cuanta que la violencia sexual en personas LGBTIQ+ suele estar asociada a factores de “corrección”.
Hecho | ||
Amenazas | 41% | |
Violencia policial | 23% | |
Insultos | 56% | |
Violencia verbal en el espacio público | 48% | |
Transfobia | 9% | |
Desplazamiento | 29% | |
Bullying | 38% | |
Violencia física | 22% | |
Violencia sexual | 37% | |
Exclusión laboral | 15% | |
Negación de servicios de salud | 12% | |
Xenofobia | 12% |
Las personas participantes de los territorios mencionados también escogieron los lugares que consideraban de mayor vulnerabilidad para ellos y ellas. Las calles fueron las más nombradas, con más del 75% de las personas participantes afirmando que habían sufrido violencias en este escenario, mientras que los parques y plazas ocuparon el segundo lugar con un 66%. La presencia de los CAI de Policía, con un 46%, hace notar las violencias basadas en prejuicios sexuales, de género y origen nacional que ha denunciado constantemente la población LGBTIQ+ por parte de esta institución. Las iglesias y espacios religiosos son otro elemento destacado en la lista, con más del 45% de los participantes afirmando que no son un espacio seguro.
Espacio | |
Bares y estaderos | 36% |
Las calles | 77% |
Parques y plazas | 66% |
CAI de Policía | 46% |
Iglesias y espacios religiosos | 45% |
Centros comerciales | 36% |
Discotecas | 32% |
Instituciones universitarias | 2% |
Hogar | 1% |
Barrios desconocidos y/o populares | 1% |
La expulsión es una dinámica que se resaltó en este proceso participativo. Muchos de los participantes consideran que los límites entre el espacio público y privado cada vez son más difusos; esto se plantea en una dinámica de exclusión donde la fuerza pública y particulares en el ejercicio de funciones de seguridad, como guardas y vigilantes, imponen controles sociales y conductuales a quienes se encuentran en el espacio público. Particularmente, las plazas y parques se convierten en ambientes hostiles por la persecución y señalamientos, como el caso de dos jóvenes agredidos físicamente en Bogotá en agosto por besarse en el espacio público.[1]
Los transportes se han convertido en momentos de la vida cotidiana de gran incomodidad y zozobra para las participantes, en especial, para quienes tienen una experiencia de vida trans. Las prácticas de violencia incluyen insultos, burlas, tocamientos, acoso sexual y otras formas de violencia. Un caso particular fue el de Marcia[2], una mujer trans que se desplazaba en un bus en Barranquilla, cuando un pastor que se encontraba en el mismo vehículo decidió orar y ungirla en agua bendita y aceite porque “estaba poseída por los demonios de la sodomía y cegada por Satanás”. Estos argumentos fueron empleados por el pastor para humillar, jerarquizar y ridiculizar a Marcia, quien manifiesta que es una dinámica constante en su diario vivir. Otra situación de prácticas excluyentes se evidenció en el caso de Juan Esteban Alzate, quien fue asesinado en Transmilenio cuando se desplazaba con su pareja en el mismo articulado. Según la mamá de la víctima, una de las motivaciones del asesino fue el prejuicio hacia las muestras de cariño entre Juan y su pareja[3].
Los lugares percibidos como seguros para personas LGBTIQ+ son muy pocos. La mayoría son escenarios de resistencia que las personas con construcciones identitarias no hegemónicas han reivindicado para poder habitar. Algunos de estos lugares suelen ser periféricos y aislados, por ejemplo: cementerios, parques retirados, carreteras o trochas, etc. Sin embargo, la mayor parte de las participantes manifiestan que la percepción de seguridad varía, ya que existen lugares donde se puede estar en horarios específicos, otros donde se puede transitar sin la presencia de obstáculos y otros donde existen códigos conductuales, de vestimentas o de jerarquías que de ser respetados disminuyen la vulnerabilidad ante el riesgo.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, queremos resaltar a través de los resultados de este proceso de mapeo la gran importancia de seguir insistiendo en la promoción de políticas públicas y la promulgación de leyes que promuevan cambios estructurales en la realidades de las personas LGBTIQ+ en Colombia. Para esto, es importante que desde el órgano legislativo de Colombia y en cada uno de los territorios se generen acciones afirmativas para la protección de los derechos humanos de todas las personas con OSIGEG[4] diversa del país.
Caribe Afirmativo, conociendo estas dinámicas de violencias que viven las personas LGBTIQ+, considera necesario que el Estado colombiano comunique a la población en general y a las instituciones centrales y descentralizadas un mensaje de rechazo contundente hacia las violencias y los prejuicios sociales que existen en contra de las personas LGBTIQ+. Se requiere implementar políticas públicas con indicadores medibles, cuantificables y transformativos que permitan superar las acciones de violencia, eliminar la vulnerabilidad a la hora de exigir derechos y promover espacios de cultura ciudadana que garanticen su vida digna.
Así mismo, se hace urgente ampliar las acciones de las autoridades migratorias en el territorio en cuanto a garantías de derechos de personas LGBTIQ+ migrantes y refugiadas, para prevenir acciones y comportamientos xenofóbicos e incidir en las comunidades de acogida, evitando así cualquier asomo de una conducta de exclusión o discriminación. Es necesario que se tomen estrategias que permitan comprender y analizar las diferentes situaciones de vulnerabilidad que convergen en las violencias que enfrentan las personas con OSIGEG diversas, especialmente mujeres, niñas, niños, adolescentes, jóvenes, líderes, lideresas, indígenas, afrodescendientes y campesinas. Por último, el Estado debe instistir en la implementación de la Política Pública Nacional LGBT y la territorialización de esta a través de las distintas entidades territoriales, garantizar el acceso a derechos de personas LGBTIQ+.
[1] https://www.eltiempo.com/bogota/ataque-homofobico-a-pareja-gay-en-parque-de-bogota-691288
[2] Emplearemos un nombre diferente, protegiendo a nuestra participante, quien se atrevió a contar su experiencia.
[3] https://www.semana.com/nacion/articulo/el-hecho-de-que-sea-gay-no-daba-para-que-me-lo-fueran-matando-de-esa-manera-madre-de-joven-asesinado-en-transmilenio/202206/
[4] Orientaciones Sexuales, identidades y Expresiones de Género Diversas.30