9 de febrero de 2021. Son varias las mujeres y colectivas de Colombia que han alzado su voz para declararse en luto por la cantidad de víctimas de violencia feminicida que dejó el 2020 y por los casos que se han ido acumulando en lo que llevamos del 2021. En 2020, según cifras del Movimiento Amplio de Mujeres, se registraron alrededor de 630 víctimas, es decir, casi 2 mujeres por día. Por su parte, en lo que va del 2021, se habla hasta el momento de 1 víctima por día, razón por la cual las mujeres de este país nos declaramos en luto y de forma indefinida.
Debe recordarse que, durante 2020, 18 mujeres LBT fueron asesinadas de forma violenta en el Caribe colombiano y que, en lo que va del 2021 han sido asesinadas por lo menos 3 mujeres LBT (Observatorio de violencias a mujeres LBT ante el COVID-19). Estas desalentadoras cifras nos convocan a pensar en estrategias para hacerle frente a la constante violencia machista y un escenario propicio para ello parecen ser los encuentros, actividades y demás que se gestan de cara a las conmemoraciones feministas del presente mes de febrero y del mes de marzo.
Por esta razón, queremos expresar como muchas veces que seguiremos resistiendo y visibilizando las formas diferenciadas de violencia que afectan a las mujeres, en especial, a las mujeres LBT. Por esta razón es que compartimos el duelo, que nos unimos al luto porque sabemos que la violencia machista es una realidad que le ha costado la vida a muchas compañeras, amigas, conocidas, niñas, y personas de las disidencias sexuales y de género.
Hacemos un llamado a las compañeras para que hagamos uso de esa proactividad y creatividad feminista que nos caracteriza; para que recurramos a esa fuerza simbólica y transformadora que pervive en nuestros procesos y vínculos; a que fortalezcamos nuestras redes de sororidad y busquemos alternativas para el hacer, que nos implique cuestionarnos si tal como hemos venido haciendo las cosas hemos logrado lo que hemos querido o si por el contrario, los métodos que hemos utilizado para transformar se nos han quedado cortos. Este es un llamado a la sororidad, la denuncia y la autocrítica, porque sabemos que es frustrante levantarnos todos los días con una muerta, violada o discriminada. No es así como queremos vivir, no es así como se supone que constitucional y legalmente deberíamos vivir. Entonces, ¿qué más vamos a hacer para que el #NiUnaMás y #NiUnaMenos se vuelvan una realidad?