La comunidad de Tierralta denunció que presuntos funcionarios del ejército, en medio de amedrentamientos, amenazas y violencias basadas en género, violentaron sexualmente a una mujer Embera, del Alto Sinú. Este contexto de violencias es extremadamente riesgoso para las mujeres.
13 de septiembre de 2023. El 11 de septiembre se viralizaron en redes vídeos en los que un grupo de hombres armados y encapuchados intimidan a un grupo de personas en la vereda Bocas del Manso en el municipio de Tierralta, Córdoba. En este registro se evidencia cómo un grupo de mujeres y niños le exige al grupo identificarse, a lo que los hombres responden afirmando que son disidencias de las FARC-EP y amenazándoles con disparar sus armas de fuego. Las personas de la comunidad denunciaron que dichos hombres las tiraron al suelo, revisaron sus casas y se llevaron algunas de sus pertenencias, todo mientras las amedrentaban con el uso de armas de fuego.
Frente a las denuncias de que este grupo armado portaba elementos y armas de uso exclusivo militar, además de que en el territorio sólo está haciendo presencia el Ejército Nacional, las Fuerzas Militares emitieron un comunicado informando que los hombres encapuchados pertenecerían al Batallón de Infantería N.33 “Batalla de Junín” de la Décima Primera Brigada y afirmando que se desplazó una comisión inspectora al lugar de los hechos para verificarlos. En el territorio se encuentran ya Comisiones de la Procuraduría y la Fiscalía que asumirán la investigación iniciada por el Ejército.
Adicional a estos hechos, Caribe Afirmativo conoció por parte de diferentes fuentes en del territorio, cuyas identidades están siendo protegidas, que, presuntamente, “se ejerció violencia sexual contra una mujer de la comunidad embera, indígena, del Alto Sinú”. El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, se refirió a esta misma denuncia realizada por los líderes de la comunidad en una rueda de prensa en la que solicitó a las autoridades aclarar esta situación con la mayor brevedad posible. También solicitó a autoridades civiles y militares adelantar las investigaciones ya que los soldados “estarían inmersos en un posible acto de violencia contra la población civil y sujetos de especial protección constitucional”, pues los habitantes del territorio son principalmente campesinado y comunidades indígenas.
Dichas comunidades ya han enfrentado desplazamientos de su territorio en el año pasado, presuntamente también motivados por el uso de elementos explosivos en la zona por parte del Ejército, lo cual habría tenido como resultado el asesinato de Sergio Yagarí, un hombre indígena de la población que fue luego presentado como miembro de un grupo armado, reviviendo así la macabra práctica de los “falsos positivos” o ejecuciones extrajudiciales en Colombia.
Además, en el territorio ya se han presentado antecedentes de violencia sexual por parte de varios grupos armados, incluyendo las fuerzas militares. Como hemos afirmado desde Caribe Afirmativo, este tipo de violencia es una herramienta de control de los cuerpos de mujeres y personas LGBTIQ+, instrumentalizando sus cuerpos para infundir miedo en las comunidades para alcanzar legitimidad en las mismas. Las víctimas suelen vivir procesos de revictimización al iniciar sus denuncias, por lo cual exigimos que estos casos sean investigado con un enfoque de género que garantice la dignidad de la mujer embera que habría sido sexualmente violentada.
El día de hoy instituciones como la Gobernación y Fiscalía citaron un consejo de seguridad en Montería para tomar acciones que garanticen los derechos humanos de las comunidades. Desde Caribe Afirmativo solicitamos a las fuerzas militares eliminar de su doctrina la estigmatización del campesinado y pueblos indígenas como forma de seguir perpetuando la doctrina del enemigo interno que continúa justificando diferentes tipos de violencias y violaciones a sus derechos humanos. Además, exigimos a las autoridades que estas investigaciones sean realizadas con un enfoque de género para la prevención, eliminación y atención de este tipo de violencias que ha sido tan recurrente en el país. Nunca más serán los cuerpos de las mujeres y personas LGBTIQ+ territorios de guerra.