Estos esfuerzos anti-trans, como los anteriores, podrían establecer un modelo para que otros estados aprueben leyes discriminatorias similares en el futuro.
No han transcurrido más de tres meses del 2023, pero este año pasará a la historia como el año en el que más ha retrocedido Estados Unidos en materia de derechos para personas LGBTIQ+, reconocimiento de las identidades trans y garantías de vida digna para las personas con experiencia de vida trans. Así lo afirma también el El Centro Nacional para la Igualdad Transgénero (NCTE), estimando que hay más de 380 proyectos de ley que buscan eliminar derechos básicos y protección a las personas trans en 44 estados. Esta sería la mayor cantidad jamás introducida en un solo año.
A estas iniciativas legislativas anti-derechos de personas LGBTIQ+ se suman las recientes decisiones en el estado de Florida, del mencionado país, donde este 16 de marzo entró en efecto la ley que prohíbe los procesos médicos de reafirmación de género en personas jóvenes, así como el acompañamiento de profesionales de la salud mental. Detrás de esta decisión estuvo una campaña de The Florida Board of Medicine’s, quienes promovieron políticamente la prohibición de estos procesos. Del mismo modo, han estado avanzando otras propuestas catalogadas “sin precedentes en niveles de crueldad”, como la Ley SB254 —también de Florida— que permitría que los tribunales le quiten la custodia a los padres que apoyen a sus hijos e hijas trans y les acompañen en su transición.
Como parte de estas iniciativas políticas crueles, también está avanzando de manera aún más radical —agudizándose contra las personas trans— la Ley “don’t say gay” (no digas gay), extendiendo la prohibición de las discusiones sobre temas LGBTIQ+ hasta el final del octavo grado, prohibiendo de manera contundente el reconocimiento de las identidades trans en maestros y maestras en las escuelas K-12. A los maestros no se les permitiría informar a los estudiantes sobre sus pronombres si su género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer y, también, la legislación evitaría algunas formas de acción disciplinaria contra estudiantes o maestros que confunden el género de una persona trans. Esta ley está intentando borrar de manera efectiva a las personas trans del sistema de educación pública por completo, definiendo el género de las personas como un “rasgo biológico inmutable”. Estos esfuerzos anti-trans, como los anteriores, podrían establecer un modelo para que otros estados aprueben leyes discriminatorias similares en el futuro.
En la misma línea, en Texas avanza la Ley HB4378, la cual permitiría que cualquier persona pueda demandar a los organizadores y artistas de un espectáculo de drag, en caso de que un niño o niña haya visto la actuación. Las personas que demanden con éxito por actuaciones de drag tendrían derecho a “reparaciones” legales de $5,000 dólares, un reflejo de la ley de cazarrecompensas por aborto que Texas promulgó en 2021.
Desde Caribe Afirmativo expresamos nuestra indignación con estas decisiones legislativas que están avanzando de manera vertiginosa en Estados Unidos y que buscan eliminar el reconocimiento de las personas trans de todos los escenarios, radicalizando sus posturas en el sistema de salud y de educación. Hacemos un llamado urgente a organizaciones defensoras de derechos y a líderes y lideresas políticas en ese país a proteger los derechos de personas LGBTIQ+ y a rodear a las personas trans, ya que casi 44 estados de ese país, a través de actos políticos, estarían demostrando que no tienen voluntad de proteger a las personas trans y que, incluso, están promoviendo la exclusión social y la invalidación de sus identidades. Es necesario trabajar hasta demostrar que las vidas trans importan y que es necesario brindarles atención integral desde las infancias.