Valerie* es una de las trabajadoras sexuales que denuncia que en la carrera 38 con calle 44 un agente de la Policía Metropolitana de Barranquilla, conocido como ‘El ojón’, las maltrata todos los días, apenas son las 11 de la noche. El grupo de mujeres, entre trans y biológicas (cisgénero), que ejerce la prostitución en este lugar, afirma que las agresiones se presentan desde el año pasado, cuando empezaron a golpearlas, a sacarlas de los moteles, a dispararles con balas de salva y hasta cobrarles plata a cambio de dejarlas trabajar.
Una de las denunciantes asegura que ha dicho que tiene VIH y se ha cortado parte del cuerpo para ahuyentar al uniformado, que parece estar ensañado en hacerles daño. Esta denuncia se conoció luego de que la corporación Caribe Afirmativo y la Defensoría del Pueblo visitaran la zona y se documentaran las marcas y heridas que les ha causado el agente de policía.
“Nos tienen azotadas. Ese policía y otro que se moviliza en una moto hacen todo dizque para limpiar la zona. Necesitamos ayuda”, dijo una de ellas, que hizo un llamado a las autoridades y organizaciones de derechos humanos para que se investigue a los uniformados y se les brinden garantías de seguridad, para trabajar y ejercer sus derechos.
La violencia policial en contra de las personas LGBTI se ha denunciado en múltiples ocasiones, sobre todo en Barranquilla y Cartagena, donde se han conocido más casos. Entre 2007 y 2014 se documentaron 77 agresiones por parte de uniformados de la Policía en el Caribe colombiano, que además de golpear físicamente a una mujer trans, también utilizan expresiones discriminatorias para humillarlas.
Caribe Afirmativo pide a la Policía Metropolitana de Barranquilla que aclare la situación y sensibilice a los agentes que hacen parte de esta institución para que las personas trans deambulen libremente en este espacio y puedan trabajar sin algún tipo de restricción. La corporación también solicita a la Procuraduría General de la Nación que investigue esta presunta conducta que pone en riesgo a esta población.
Hoy, casualmente, se cumplen dos años del homicidio de una mujer trans en Cartagena, que murió luego de que presuntamente le disparara un patrullero de la Policía Metropolitana de la capital de Bolívar, Cesar Delima Granados, según la Fiscalía. Angelina Martínez Figueroa, de 18 años, murió en el barrio Canapote, en medio de una riña en la que dos hombres también resultaron heridos. El proceso, sin embargo, avanza a paso lento. Delima había sido capturado pero quedó libre por vencimiento de términos y el caso pasó a un fiscal ordinario que carecía de competencias, por lo que se está a la espera de que sea asignado a un fiscal especializado en temas LGBTI. La corporación Caribe Afirmativo representa a la familia de esta víctima.
*Nombre cambiado.