La Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas ha eliminado su Grupo de Mujeres y Género, luego de realizar una reestructuración organizacional que, de acuerdo con la resolución, se hacía necesaria para “fortalecer la organización interna de la Unidad”. Este grupo había ejercido el liderazgo durante varios años de los temas de mujeres y género, incluyendo lo relacionado con las personas LGBTI, en la Entidad, promoviendo y estableciendo líneas de trabajo para trabajar con las víctimas del conflicto armado con un enfoque de género transversal y garante de la inclusión.
Ahora bien, de acuerdo con la misma Resolución las tareas que realizaba dicho grupo continuarán a cargo de la Subdirección General a través del Grupo de Enfoques Diferenciales, por lo que no esto no puede interpretarse necesariamente como un portazo en contra de las mujeres y personas LGBTI, además que el enfoque de género sigue siendo transversal al trabajo de la Entidad, sin embargo, cabría resaltar por lo menos que el Grupo pierde la incidencia directa que tenía ante la Dirección General a la cual asesoraba, para pasar a la Subdirección donde se garantiza su operatividad en el trabajo más no así la posibilidad que tenía antes de definir agendas clave.
En este sentido, la Subdirección General debe tomar un papel activo en cuanto a que la toma de decisiones por parte de la de alta gerencia de la Entidad siga manteniendo la agenda de mujeres y género en el desarrollo de sus actividades, además de todas las demás que permiten garantizar el enfoque diferencial. De ser así, esta decisión de orden organizacional, pero con incidencia política para la Entidad, no implicará una desmejora de la relevancia de la agenda de mujeres y género en el ejercicio de sus funciones.
A su vez, es importante destacar que la reestructuración no ha implicado el cambio de personal, el cual lleva años trabajando el tema y ha adquirido un conocimiento, con buenas prácticas y lecciones aprendidas documentadas, y en cuya experiencia de trabajo han podido construir canales de comunicación y confianza con algunas víctimas. Este conocimiento previo y los canales de comunicación permiten que se sigan trabajando los asuntos de mujeres y género como se ha venido haciendo y que esto no implique iniciar desde cero, sin embargo, también es cierto que estos trabajadores de la UARIV no salen dotados con más herramientas para asegurar su trabajo, en un enfoque que nació con muchas ambiciones pero que continúa teniendo obstáculos para llevarlas a buen término.
Teniendo en cuenta que este grupo no salió más fortalecido, vale la pena destacar que este tipo de decisiones organizacionales no deben ser solo de forma sino también de fondo, por lo que es importante que la Entidad determine lineamientos claros de trabajo y recursos para abordar estas temáticas. Con lo anterior no se pretende desconocer los grandes esfuerzos que se han realizado para garantizar los derechos de las víctimas, pero sí se siguen reclamando medidas, especialmente con enfoque de género, que permitan que realmente sean reparadas de manera integral.
Ahora bien, revisando más precisamente el trabajo con personas LGBTI que venía realizando dicho grupo, la UARIV debe tener en cuenta el diagnóstico que se hizo el año pasado sobre los temas LGBTI, donde se destacó que están pendientes tres tareas muy importantes: territorializar las acciones LGBTI de la Unidad, mejorar la participación de las personas LGBTI víctimas en las Mesas y fortalecer la Mesa técnica de enfoques diferenciales en asuntos LGBTI.
Conforme a lo anterior, desde la posición de Caribe Afirmativo, atender el diagnóstico que se realizó el año pasado es un deber para este nuevo grupo de Enfoques Diferenciales, quien debe mantener la importancia de la agenda de víctimas LGBTI en la mesa de trabajo, donde continúa pendiente la posibilidad de seguir revisando casos de reparación colectiva como el que se adelantó en la Comuna 8 de Medellín. Asimismo, es una observación conocida que el trabajo ha perdido fuerza en los territorios, sin desconocer que en sus inicios dedicaron grandes esfuerzos a generar vínculos con los mismos, afectando con ello las relaciones establecidas con las víctimas LGBTI y las posibilidades reales de lograr una reparación integral efectiva, por lo que es necesario retomar estas acciones en campo.
Finalmente, Caribe Afirmativo continúa poniendo a disposición los distintos servicios jurídicos, de acompañamiento psicosocial y de las Casas de Paz para promover la salvaguarda y protección de los derechos de las víctimas LGBTI, al igual que cualquier apoyo técnico que la UARIV necesite para el trabajo que realizan.