*La agenda LGBTI no se incluyó en ninguno de los planes de gobierno de los candidatos a la segunda vuelta, por lo que reposa, en la sociedad civil LGBTI de Ecuador, el compromiso de luchar por el posicionamiento de lo LGBTI en la agenda nacional.
10 de febrero de 2021. El pasado 7 de febrero se realizaron las elecciones presidenciales en Ecuador, un país que viene de una historia política reciente bastante agitada después de 10 años en el poder del expresidente Rafael Correa y 4 años de la misma línea política, a través de su sucesor Lenin Moreno, por lo que las elecciones de este año, resultarían claves para definir el futuro del país y las alianzas ideológicas de la región.
Paradójicamente, los resultados de las elecciones no mostraron unanimidad por parte del electorado hacia el camino que debería tomar el país sudamericano, ya que, además de que ningún candidato alcanzó el umbral para ser reconocido como presidente electo, las predicciones que posicionaban a Andrés Arauz como el gran vencedor, se equivocaron, puesto que logró la primera posición con un poco más del 32% de los votos y, adicionalmente, el segundo lugar fue ocupado por un candidato que, según las encuestas realizadas durante la campaña electoral, no alcanzaría ninguna posición delantera y que, para sorpresa de todos y todas, Yaku Pérez, candidato indígena, sobrepasa por un margen muy estrecho a Guillermo Lasso.
Así las cosas, el próximo 11 de abril se llevarán a cabo las elecciones presidenciales de segunda vuelta, que será testigo de la continuación del legado de Correa por 4 años más –completando 16 años– o si habrá un vuelco hacia un movimiento indigenista del cual, los medios nacionales de ese país, nunca vislumbraron su escalada en las urnas. Ahora bien, sea cual fuere el resultado, con respecto a la promoción de los derechos de las personas LGBTI, ninguno de los dos candidatos se muestra en contra del posicionamiento de la agenda de la diversidad.
Andrés Arauz, candidato del correísmo, no se ha pronunciado abiertamente sobre su postura frente a los derechos de las personas LGBTI; sin embargo,
En su plan de trabajo menciona de manera general la lucha por la equidad de género en el objetivo 8 10 denominado “Justicia igualitaria para las mujeres y los grupos excluidos” y propone la puesta en marcha del “Plan de Lucha contra las Violencias y Discriminación” y un Sistema Nacional de Cuidados (p.9) aunque, [vale aclarar que] no menciona de manera específica a las personas LGBTI (Citado por ILGALAC, 2020, p.4)
Por su parte, Yaku Pérez, tampoco ha hecho declaraciones públicas con respecto a su posición frente a los derechos de este grupo poblacional, ni su plan de gobierno menciona de manera expresa a las personas LGBTI, aunque sí consigna propuestas con enfoque de género, de las cuales, se pueden mencionar las siguientes: creación de un Ministerio de la Mujer; restablecer la comisión de mujer y género en la Asamblea Nacional; garantizar la paridad de género en los cargos públicos; favorecer la autonomía económica para las mujeres a través de títulos de propiedad; proteger a las niñas para erradicar la violencia sexual; y, fortalecer la implementación de la ley para la erradicación de las violencias de género hacia las mujeres.
Teniendo en cuenta la información anterior, se pude afirmar que ninguno de los candidatos incluye dentro del enfoque de género planteado en sus programas de gobierno, la participación de las personas LGBTI, ya que este es entendido de manera limitada y binaria por los mismos. En este sentido, será tarea de la sociedad civil LGBTI de la nación ecuatoriana hacer incidencia sociopolítica para que sean incluidos de manera transversal en las acciones que, desde el Gobierno central, se ejecuten para promover el desarrollo de todos los grupos poblacionales.
Como comentario final, es importante señalar que, si bien no ha existido un compromiso sostenido de los gobiernos de este país por la promoción de los derechos de las personas LGBTI, quien sea elegido presidente encontrará dos avances significativos que, se esperan, sean asumidos con la altura de las circunstancias. Por un lado, se encuentra la aprobación del matrimonio igualitario por opinión consultiva, el cual fue sancionado el 12 de junio de 2019; y, en segundo lugar, el fortalecimiento de las organizaciones LGBTI de la sociedad civil y de los liderazgos que, desde diferentes sectores sociales, propician espacios por el reconocimiento de la diversidad sexual y de género.