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13 de febrero de 2025. Las elecciones presidenciales de Ecuador de 2025 se realizaron el 9 de febrero de 2025 para elegir al presidente constitucional y vicepresidente constitucional de la República del Ecuador para el período 2025-2029. A la par de la primera vuelta se realizaron las elecciones legislativas en las que se eligieron a los representantes al Parlamento Andino y los Asambleístas para el mismo período.
Más de 13 millones de personas estaban habilitadas para votar entre los 16 candidatos que se enfrentaron en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador. Con poco más del 92% de los votos escrutados, el presidente Daniel Noboa alcanzó el 44,31% de los votos, seguido por la opositora Luisa González, que obtuvo el 43,83%. Con estos resultados parciales informados por el Consejo Nacional Electoral, habrá una segunda vuelta entre ambos candidatos el 13 de abril.
El próximo gobierno —que asumirá en mayo— enfrentará retos de seguridad, reactivación económica, crisis energética, corrupción y relaciones diplomáticas. Sin embargo, la polarización del país ha sido evidente en estos comicios, con una diferencia mínima entre los dos candidatos y una baja incidencia de otras candidaturas, lo que les llevará a buscar alianzas estratégicas, especialmente con sectores indígenas, que representan un porcentaje clave del electorado.
En el ámbito legislativo, la Asamblea Nacional no tendrá una mayoría clara. Alianza País cuenta con aproximadamente 64 escaños y ADN con 69, lo que pone de manifiesto que se debe conciliar para tomar decisiones, y, en este contexto, los movimientos indígenas y de izquierda podrían jugar un papel determinante como contrapeso político. Es importante mencionar que estos son los sectores que históricamente han demostrado una mayor cercanía con las agendas LGBTIQ+, el feminismo y el transfeminismo, y han sido respaldados por la movilización social y algunos partidos políticos.
Sin embargo, el panorama para la ciudadanía LGBTIQ+ sigue siendo incierto. Efraín Soria, de la Fundación Equidad, señaló que de las 16 candidaturas presidenciales y vicepresidenciales, solo cuatro mencionaron a las personas LGBTIQ+ en sus propuestas, sin garantizar compromisos concretos. Además, en la Asamblea solo cuatro candidaturas abiertamente LGBTIQ+ se postularon, ninguna con probabilidades reales de llegar al poder.
Cayetana Salao, de Diálogo Diverso, indicó que los avances en el reconocimiento de derechos de las personas LGBTIQ+ en Ecuador han sido principalmente impulsados por la Corte Constitucional, respondiendo a demandas específicas, en lugar de ser iniciativas del poder legislativo o ejecutivo. Hay una tendencia manifiesta a la neutralización del lenguaje en el ámbito político, para evitar posicionamientos que puedan generar “rechazo social”.
En términos de gobernabilidad, existe preocupación sobre el futuro del reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+ bajo un eventual gobierno de Noboa, quien en términos de formas de llevar su gobierno, podría asemejarse con líderes como Trump y Bukele debido a sus posturas en materia de derechos humanos. Su administración ya ha evidenciado una visión reduccionista de género al reformular la ley contra la violencia de género en una ley contra la violencia de la mujer, que plantea una visión exclusiva a mujeres cisgénero, y asi mismo la reinstauración del Ministerio de la Mujer bajo esta perspectiva limitada y binaria.
Por otro lado, aunque desde el correísmo se espera un mayor apoyo a las causas LGBTIQ+, los avances han sido tímidos y poco contundentes. En esta coyuntura, no se ha hecho ningún pronunciamiento claro ni determinante que favorezca o desfavorezca a las personas LGBTIQ+, lo que deja abierta la incertidumbre sobre el rumbo que tomará el país en esta materia. Con una Asamblea Nacional dividida y sin mayoría absoluta, el papel de los movimientos sociales y de los sectores progresistas será clave para la defensa de los derechos de las poblaciones históricamente excluidas.
Este contexto electoral en Ecuador ha puesto de manifiesto la falta de compromisos concretos en el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+, así como la importancia de los movimientos sociales en la defensa y protección de los derechos humanos. En un escenario político marcado por la polarización y la neutralización del lenguaje en materia de igualdad, serán clave las acciones de incidencia y movilización de sectores aliados, como los movimientos indígenas y de izquierda, para contrarrestar posibles retrocesos. Desde Caribe Afirmativo, seguiremos atentas a la evolución del panorama político en Ecuador, reafirmando nuestro compromiso con la promoción de la diversidad y la equidad en la región.