10 de diciembre de 2021: Hoy 10 de diciembre día internacional de los Derechos Humanos las cifras de violaciones a los derechos fundamentales y humanos de las personas en Colombia son aterradoras. Según Indepaz, luego de la firma del acuerdo de paz, en 2016 han asesinado a 1.276, lideresas, lideres, activistas, defensoras y defensores de los derechos humanos en el país, tan sólo en el 2021 van 162 lideresas y líderes asesinados y ya han ocurrido alrededor de 80 masacres en lo que va del año en todo el territorio nacional.
Ante este desolador panorama nos encontramos que las amenazas contra liderazgos LGBT se han incrementado considerablemente, pues en Caribe Afirmativo desde el inicio del año hemos documentado y acompañado con orientación jurídica y atención psicosocial a personas LGBTI que han sido amenazadas en diferentes territorios del país. A comienzos del 2021 las personas del corregimiento de El Salado en El Carmen de Bolívar sentían miedo de que las crueldades que vivieron en los años más intensos del conflicto armado se repitieran, debido a los panfletos y al aumento de amenazas contra lideresas y lideres sociales del territorio, especialmente de mujeres que lideran procesos de reconocimiento y la denuncia de la violencia basada en género y violencia sexual que vivieron las mujeres durante la guerra.
Para febrero de este año Noticias Uno denunció como lideresas y lideres LGBT de Cauca, Nariño y Valle del Cauca fueron amenazados por actores armados tanto legales como ilegales, muchos de ellos y ellas tuvieron que abandonar sus territorios y liderazgos para proteger su vida, e incluso salir el país por la frontera por Ecuador, en el caso de las mujeres trans.
A medida que avanzó el año Caribe Afirmativo ha documentado amenazas y violencias contra personas LGBTI del caribe colombiano, que hacen parte de nuestros procesos e incluso integran nuestro equipo de trabajo. Casos como el de los municipios del Sur de Bolívar que se enfrentan a la reconfiguración de actores armados que desencadenan el terror en las comunidades, causando desplazamientos masivos, muertes de lideres sociales y amenazas contra quienes se oponen a su régimen de violencia y horror.
También mujeres indígenas han sido silenciadas con la muerte, como el caso de la gobernadora Sandra Liliana Peña y a su vez medios de comunicación nacional han documentado la guerra que existe contra los lideres y lideresas sociales que defienden causas ambientales, pues muchos de ellos han sido asesinados y amenazados por su labor y compromiso de preservar los ecosistemas colombianos, vulnerables a la explotación desmedida por negocios ilícitos.
Por otro lado, en el marco del paro nacional, mujeres trans, activistas, defensoras y defensores de derechos humanos LGBTI fueron amenazados por visibilizarse durante la protesta social. Tal es el caso de una colectiva LGBT en Buga, Valle del Cauca, a quienes las amenazas por parte de marchantes y actores armados buscaron invisibilizar en las calles, como también grupos paramilitares en razón de su orientación sexual, identidad y expresión de género diversa amenazaron a líderes estudiantiles abiertamente LGBT en Bucaramanga, Santander.
Para diciembre de este año, precisamente al inicio de las festividades propias de la época, el siete de diciembre, conocido como el día de las velitas, asesinaron a tres mujeres trans y entre ellas resalta el caso de Christina Cantillo, una lideresa trans de la ciudad de Santa Marta, quién tenía un liderazgo muy fuerte en su región por la prevención de las violencias basadas en género, y el apoyo y acompañamiento a mujeres trans que se desempeñan ejerciendo el trabajo sexual. Christina laboraba como la directora de la Fundación Calidad Humana que surge extensión de su liderazgo. Ella ya había sido amenazada en varias ocasiones, y sin embargo, en medio de la celebración con sus familiares fue asesinada a manos de sicarios.
La Defensoría del Pueblo señala que en lo que va del año 130 personas han sido amenazadas y muchas de ellas se han visto obligadas a desplazarse de sus territorios, abandonar su activismo o incluso permanecer ocultas en sus domicilios por miedo a que atenten contra su vida o la de algún ser querido.
Si bien es cierto, las estadísticas de amenazas, asesinatos, feminicidios y agresiones contra liderazgos LGBT sociales son desoladoras y aún más cuando hoy día internacional de los derechos humanos nos encontramos con un sinnúmero de agresiones y violaciones de los mismos, que sólo nos reafirman la necesidad de seguir luchando por la dignidad y mejora de la calidad de vida de las personas LGBT.
A nivel internacional las organizaciones resaltan la urgencia de reducir las desigualdades sociales para combatir la pobreza, el prejuicio y la discriminación, que incluso estas mismas brechas podrían erradicar la pandemia por Covid-19 que aún sigue presente y agudiza las inequidades a nivel global. No obstante, en el caso colombiano en relación con las personas LGBT, aunque hay un panorama favorable en materia de legislaciones que protejan y reconozcan sus derechos todavía el prejuicio se vive en múltiples contextos y suelen ser las identidades trans las más vulneradas.
Es por eso que hoy día internacional de los derechos humanos, las cifras además de causar una indignación colectiva nos invitan a seguir en pie de lucha, a trabajar por los derechos humanos de las personas LGBTI en Colombia y el mundo, a reducir la desigualdad, defender los derechos desde un enfoque diferencial y de género y a soñar con que algún día estos datos de violencia desaparecerán por completo.