Con el ascenso al poder de los demócratas en el gobierno estadounidense, se percibe un aumento de los espacios de participación de las personas LGBTI en Estados Unidos
10 de noviembre de 2020. Más allá de las victorias individuales de más de 800 personas LGBTI en cargos de elección popular en los Estados Unidos, con la llegada al poder del partido demócrata a la Casa Blanca, se vislumbra una mayor articulación entre el Estado y el movimiento LGBTI de ese país que contribuirá al aumento de los espacios de participación política y social de las personas con orientación sexual, identidad y expresión de género diversas.
Históricamente, el partido demócrata ha sido un aliado del movimiento LGBTI norteamericano, prueba de ello, por ejemplo, es que mientras este partido estuvo en el gobierno, bajo el mandato de Barack Obama (2009-2017), fue aprobado el matrimonio igualitario en los 50 estados del país norteamericano. Del mismo modo, en marzo del 2009, su administración reversó la postura que Bush (2001-2009) tenía ante la declaración de las Naciones Unidas sobre la descriminalización de la homosexualidad, la cual firmó y ratificó como acción afirmativa para los derechos de esa población. Obama llegó a ser el primer presidente en declarar a junio como el mes del orgullo LGBTI en el 2009, acto que reiteró año tras año hasta su salida del cargo.
Este camino hacia mayores garantías del reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI se vio un poco truncado con la posesión del gobierno de Donal Trump en el 2017, el cual se mostró detractor de los derechos no solo de las personas LGBT, sino de otros grupos poblacionales considerados minoritarios, como las personas afroamericanas, la población latina, entre otros. Con respecto a las personas LGBTI, Trump realizó varios ataques contra los derechos de este grupo poblacional y, en especial, contra los derechos de las personas trans.
Entre las más sonadas, se encuentra la derogación del uso de los baños escolares según la identidad de género de los y las estudiantes en 2017. Por citar otro ejemplo, en 2016, la administración Trump permitió que se pudiese negar tratamientos o servicios médicos en razón del sexo, la identidad de género o terminación del embarazo, aun cuando estos fuesen medicamente necesarios. En 2018, esta administración ordenó al buró de prisiones del país, colocar a los y las prisioneras trans de acuerdo a su sexo biológico y no según su identidad de género. Como estos tres, se pueden citar muchos otros ejemplos que han constituido un retroceso para los derechos de las personas LGBTI y en especial de aquellas trans.
Con la elección de Joe Biden y Kamala Harris, demócratas y aliadas del movimiento LGBTI, como presidente y vicepresidenta -la primera en la historia de los EUA- respectivamente, se prevé que se pueda cambiar este paradigma que, por cuatro años, no permitió seguir legislando a favor del posicionamiento de la agenda de la igualdad en el país anglosajón. Además, este apoyo estatal se verá reforzado por el aumento del 20% de la representatividad de la población LGBTI a través de 843 personas abiertamente LGBTI en cargos de elección popular de acuerdo las cifras del Victory Institute (miembro del Observatorio de Participación Política de personas LGBTI en Colombia), las cuales esperamos que articulen acciones con el ejecutivo para trabajar no solo por las personas LGBTI, sino por la igualdad.
Así las cosas, si bien es imposible asegurar que la situación de derechos de esta población mejore con el ascenso al poder del partido demócrata, se parte del presupuesto de que existe la voluntad política por parte del presidente y la vicepresidenta electa para incidir y contribuir en la construcción de una sociedad más igualitaria e incluyente para todos y todas, por lo que Caribe Afirmativo celebra su elección y espera que sus propuestas de inclusión se consoliden en acciones con gran impacto social que puedan repercutir no solo en ese país, sino que funjan como derroteros para otros países de América y el mundo.