El pasado 18 de marzo de 2025, la Comisión Séptima del Senado archivó la reforma laboral impulsada por el gobierno en 2023. Esta propuesta buscaba garantizar derechos laborales para diversos sectores de la sociedad, incluyendo el campesinado, personas menstruantes, contratistas, estudiantes del SENA, madres y padres de familia, entre otros. Sin embargo, el hundimiento de esta reforma también afecta significativamente a las personas LGBTIQ+, quienes perdieron importantes avances en materia de equidad e inclusión laboral.
La reforma laboral contenía disposiciones clave para fortalecer la equidad en el trabajo y eliminar las barreras de acceso laboral para grupos históricamente discriminados. Según El Espectador, la propuesta incluía “alrededor de nueve disposiciones específicas que buscaban garantizar la igualdad de derechos laborales para esta población” LGBTIQ+. Entre estos puntos, destacaban la erradicación de la discriminación en el empleo, la eliminación de barreras de acceso y licencias remuneradas para víctimas de violencia de género.
El archivo de la reforma laboral significa la pérdida de varias medidas de protección y derechos para las personas LGBTIQ+. Algunos de los principales aspectos afectados son:
- Erradicación de la discriminación laboral: Se pretendía establecer como principio fundamental del Código Sustantivo del Trabajo la prohibición de cualquier tipo de discriminación en el ámbito laboral.
- Licencias remuneradas en casos de violencia basada en género: El artículo 18 de la reforma garantizaba que personas afectadas por violencia de género pudieran atender procesos judiciales sin que esto afectara su estabilidad laboral.
- Contratación inclusiva: Se buscaba eliminar barreras de acceso o permanencia en el empleo para personas LGBTIQ+.
- Prohibición expresa de discriminación: Se establecía la prohibición explícita de discriminar a mujeres y personas de identidades de género diversas en el ámbito laboral.
- Reconocimiento del nombre identitario: Se reconocía el derecho de las personas trans a que su nombre identitario fuera respetado en el proceso de empleo.
- Ausencia de protocolos específicos: Se evidenció la falta de medidas concretas para prevenir la discriminación laboral contra personas LGBTIQ+ y garantizar ambientes de trabajo seguros.
- Oportunidad de legislación independiente: A pesar del hundimiento de la reforma, algunos expertos señalaron la posibilidad de impulsar normativas separadas para reforzar la equidad en el empleo.
- Débil implementación de mecanismos internacionales: En Colombia aún faltan regulaciones efectivas que promuevan la equidad en la contratación, al nivel de las existentes para el acoso laboral y sexual.
El hundimiento de la reforma laboral representa una gran pérdida en términos legislativos y políticos. La falta de apoyo de diferentes bancadas y partidos políticos ha impedido que se consoliden garantías laborales para grupos vulnerables como las mujeres y la población LGBTIQ+. Además, el proceso de discusión y debate de la reforma duró dos años, lo que evidencia un esfuerzo prolongado del gobierno sin resultados materiales.
Ante este panorama, el gobierno podría optar por estrategias alternativas, como la expedición de decretos o la convocatoria a una consulta popular. Según France 24, el presidente Petro ha propuesto una consulta popular para impulsar nuevamente los cambios en la legislación laboral, la cual requeriría más de 13 millones de votos. Sin embargo, este escenario genera incertidumbre, ya que implicaría una disputa prolongada entre el ejecutivo y el legislativo en un contexto preelectoral. Las decisiones que se tomen en este año podrían influir en la configuración política y en la protección de derechos laborales para grupos históricamente excluidos.
El hundimiento de la reforma laboral representa un retroceso en la lucha por la equidad en el ámbito laboral para las personas de la diversidad sexual y de género. Las medidas propuestas hubieran significado un avance importante en la erradicación de la discriminación y la creación de ambientes de trabajo con mayor integración. Sin embargo, la falta de respaldo político deja a las personas en una situación de vulnerabilidad y sosteniendo un status quo que solo beneficia a empresarios, empleadores y que colateralmente beneficia a los congresistas que los protegen. El escenario político en 2025 será crucial para definir si estos avances podrán recuperarse o si, por el contrario, la brecha de desigualdad laboral se sostiene o se profundiza aún más.