28 de octubre de 2023. A horas de las elecciones territoriales 2023, la proliferación de discursos de odio sigue siendo motivo de preocupación, a pesar de la prohibición de eventos masivos y públicos esta semana. En numerosas reuniones de campaña, se han empleado prácticas que fomentan la segregación y exclusión de diversos grupos, incluyendo a la comunidad LGBTIQ+. Estos discursos de odio se han convertido en una estrategia política para atraer votantes por parte de ciertas candidaturas, continuando una tendencia que se ha observado en Colombia desde 2016, con el polémico concepto de la “ideología de género” que se popularizó durante el plebiscito sobre el Acuerdo de Paz.
Recientemente, la organización social Movimiento Visibles en Cúcuta ha denunciado las afirmaciones del candidato Jorge Enrique Acevedo Peñaloza, quien obtuvo su aval de un movimiento llamado “Todos por Cúcuta”. Acevedo ha promovido discursos de odio contra la comunidad LGBTIQ+ en sus redes sociales, argumentando en contra del supuesto adoctrinamiento de la niñez por parte de personas LGBTIQ+ y abogando por una educación basada en el temor de Dios.
Estos discursos de odio son preocupantes por dos razones. En primer lugar, generan simpatía entre sectores tradicionales y conservadores que pueden respaldar formas de violencia si ganan elecciones. En segundo lugar, refuerzan la idea de que las personas LGBTIQ+ solo pueden coexistir en la sociedad si ocupan espacios limitados y son tratadas como ciudadanos de segunda clase. Este discurso también ha sido promovido por la exsenadora MilaRomero en medio de las contiendas electorales para conseguir votantes en el proyecto político al que apoya, empleado la desinformación como la clave en su marketing político.
Esta estrategia busca desinformar y sembrar miedo entre el electorado, aprovechando las luchas del movimiento LGBTIQ+ para ganar votos a toda costa. Bajo la idea de “proteger la familia y la niñez”, estas figuras políticas que se presentan como “salvadoras de la sociedad” y defensoras de valores familiares tradicionales han adoptado discursos que promueven la LGBTIfobia.
Además, se están consolidando discursos que respaldan concepciones erróneas bajo el término equívoco de “ideología de género”, que buscan reforzar perspectivas biológicas reduccionistas y deterministas del cuerpo humano. Esto marginaliza y excluye las experiencias de vida de personas trans, especialmente las no binarias, de las normas sociales vigentes. Estos discursos a menudo se basan en argumentos de naturaleza religiosa, tergiversando los asuntos relacionados con los derechos de las personas LGBTIQ+ y promoviéndolos como temas de debate público en lugar de reconocerlos como derechos humanos.
Por ejemplo, la aspirante a la Alcaldía de Cartagena, Jacqueline Perea, ha recurrido a discursos biologicistas y transfobicos para promover su campaña, asegurando que luchará contra la ideología de género. Esto refleja la ausencia de un debate propositivo y la utilidad continua de este discurso para ganar simpatía entre el electorado.
En debates públicos, se puede observar que el término “ideología de género” se carga de una connotación negativa para poner en entredicho la inclusión de la educación sobre cuestiones de género en el entorno escolar, los derechos alcanzados por el movimiento social LGBTIQ+, con la intención de generar temor, repudio y retrocesos en los derechos humanos reconocidos.
Movimiento Visibles y Caribe Afirmativo realiza un llamado a sancionar este tipo de realizar la política que busca segregar y desconocer las luchas del movimiento LGBTIQ+, exhortando a la población civil a elegir personas que representen los intereses plenos de un sistema democrático, el cual se erige en el principio de igualdad y no discriminación. Este 29 de octubre de 2023 se debe votar por personas que en ejercicios de sus cargos construya país desde el reconocimiento de la diversidad.