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Día Mundial por la Despatologización Trans

24 de octubre de 2024. A lo largo de los últimos años, se han generado muchos discursos en torno a los derechos de las personas con experiencia de vida trans, y uno de los puntos más relevantes ha sido la despatologización de sus identidades. En términos más sencillos, la despatologización hace referencia a la necesidad de dejar de percibir las identidades de las personas trans como si estuvieran relacionadas con síntomas de una enfermedad o como un inconveniente que deba ser corregido, es decir, como una patología.

Las personas trans, al igual que cualquier ser humano, tienen derecho a vivir sus vidas sin ser vistas desde el punto de vista de una condición médica o un trastorno psicológico.

A lo largo de la historia, las personas con experiencia de vida trans han tenido que enfrentar numerosos prejuicios y barreras para ser reconocidas como quienes realmente son. En muchos casos, el Estado y las instituciones les han obligado a someterse a una serie de evaluaciones médicas para ratificar sus identidades. Esta forma de tratar sus identidades no solo suele ser invasiva, sino también perjudicial, ya que refuerza percepciones injustas y alimenta el estigma.

Es fundamental comprender que ser una persona con experiencia de vida trans no requiere tratamiento ni es un trastorno; es una manifestación completamente válida de la diversidad humana.

Uno de los avances más importantes en relación con este tema fue el alcanzado en 2019, cuando la Organización Mundial de la Salud eliminó la transexualidad de su lista de trastornos y enfermedades mentales. Este fue un paso clave que fortaleció los procesos de activismo. Sin embargo, el sistema de salud, la burocracia y la falta de entendimiento por parte de la sociedad aún representan grandes obstáculos para el pleno reconocimiento de las identidades y expresiones de las personas trans.

El derecho de todas las personas a decidir sobre sus identidades debe ser respetado, libre de condiciones, prejuicios y, sobre todo, de diagnósticos médicos.

No se debe seguir permitiendo que las personas con experiencia de vida trans tengan que atravesar procesos médicos invasivos y dolorosos que atenten contra su integridad. Para ello, es esencial que tanto el personal de la salud como la sociedad civil comprendan que el género no debe ser corregido, y que el respeto por la diversidad es clave para lograr una sociedad justa. Esto implica capacitar a quienes trabajan en los sectores de la salud, la educación y la justicia, para que las experiencias de vida trans sean reconocidas sin estigmas ni prejuicios.

Los procesos de activismo promovidos por muchas personas trans han sido cruciales para lograr las transformaciones alcanzadas hasta el momento. No obstante, queda un largo camino por recorrer para derribar los prejuicios que perpetúan la discriminación.

Desde la Corporación Caribe Afirmativo, se hace un llamado a las entidades estatales y a la sociedad en general: despatologizar las identidades de las personas con experiencia de vida trans no se trata solo de acumular palabras bonitas o realizar actos simbólicos. Se requieren acciones concretas que permitan a las personas trans vivir con respeto y dignidad, sin tener que justificar quiénes son.

El derecho a ser quienes somos es un derecho fundamental. Es hora de actuar y continuar incidiendo para que, en un futuro cercano, la sociedad entienda que las identidades de género no necesitan ser justificadas ni aprobadas. Cada persona tiene el derecho inalienable de vivir sin miedo ni barreras, y el respeto a la diversidad es lo que verdaderamente construye una sociedad justa e inclusiva.

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