7 de julio de 2020. En Nicaragua, las mujeres trans a menudo viven una serie de violencias por prejuicio que se encuentran en muchos sectores de su cotidianidad, desde las casas donde viven con familias, amigos, o sus parejas, centros de estudios, trabajos informales, centros de atenciones médicas, violencia institucional y social.
El no contar con una ley de identidad de género, ha sido letal para las personas trans, puesto que, en muchos casos, este vacío permite que se mantengan y se naturalicen las violencias hacia ellas, y por otro lado, la inexistencia de una jurisdicción constitucional clara que defienda los derechos fundamentales de las mismas, hace que sea muy difícil contrarrestar los crímenes de odio que contra las personas LGBT se cometen todos los días. La esquiva la aplicación de un enfoque diferencial en la documentación e investigación de casos deja desprotegidas a las personas LGBT una vez acuden a la justicia.
La Asociación Nicaragüense de Transgéneros ANIT, es una organización que desde hace 10 años, trabaja en pro de los derechos de las personas trans y es una organización que hace unos años trabaja con Caribe Afirmativo en el proyecto Enterezas.
“Nuestra labor ha generado procesos de fortalecimiento y empoderamiento de mujeres trans en Nicaragua, más allá de las barreras”, indican directivas de ANIT. Sin embargo, han existido diversos obstáculos que dificultan el acercamiento a un mayor número de mujeres trans, y, dentro de esos factores se encuentra:
- La falta de interés estatal por incluir en las agendas políticas los temas LGBT, y, sobre todo, los que corresponden a personas trans.
- La violencia naturalizada en entidades para el acceso a la justicia, limitando la posibilidad de generar alianzas estratégicas
- Las constantes amenazas, persecuciones y violencias, legitimadas por el prejuicio, a líderes y organizaciones LGBT a causa de la delincuencia común.
Pese a esta realidad, ANIT ha realizado documentación y seguimiento a casos de violencia y feminicidios a mujeres trans en el país y construcción de informes de derechos humanos para la visibilización de la situación de las mujeres trans. En el año 2016, se hizo un sondeo de percepción de personas trans en el departamento de managua, Tipitapa y Ciudad Sandino, con una muestra de 202 personas entrevistada, se identificaron los siguientes aspectos:
- Las personas trans que participaron en la investigación revelaron que constituyen una población con altos índices de pobreza y una mayor exposición a violencia verbal, emocional, sexual y física, incluyendo los ataques letales motivados por odio (crímenes de odio); en los distintos niveles de la sociedad, son problemas que dificultan su desarrollo humano dentro de nuestra sociedad.
- Para las personas trans en Nicaragua, el sistema judicial viola el precepto de igualdad en los procesos judiciales, al ser hostigadas en nombre de la ley.
- A nivel de las instituciones del Estado, sigue siendo la policía la principal violadora de derechos humanos de las personas trans. Las agresiones ejercidas por elementos de la policía se dan en las calles, puestos de trabajo sexual, en casas de habitación mediante arrestos arbitrarios e ilegales, amedrentando a las personas transgéneros para que no denuncien, en las delegaciones de policía cuando no recepcionan la denuncia, y en algunos casos haciéndose a favor de los agresores, convirtiéndose en una amenaza, en lugar de ser la institución encargada de nuestra protección y de respeto a nuestras garantías ciudadanas.
- El estudio logra identificar que el fundamentalismo religioso alcanza todos los niveles de la sociedad en su conjunto, asociando “lo trans” como sinónimo de pecado y generando en las personas Transgénero una situación de vulnerabilidad ante su creencia religiosa. El estudio reafirma que en todos los ámbitos de la sociedad: laboral, educativo, social, cultural, y político, los prejuicios religiosos evidencian una actitud fundamentalista contra nuestras identidades de género, y se anteponen al principio constitucional de un Estado laico
- A esto se suma la inseguridad ciudadana en la que vivimos diariamente como personas trans.
En relación al 2020, se realizó por parte de ANIT la investigación “Acceso al diagnóstico de VIH y a la atención en salud de Mujeres Trans: Estigma y Discriminación como factor limitante”, en el municipio de Managua, para con ello identificar las barreras de estigma y discriminación (EyD) que enfrentan las mujeres trans en el acceso a la atención en salud y como repercute en su calidad de vida.
El estudio tenía como referente los resultados arrojados en el 2016, que reveló que pese a que han transcurrido 4 años, la situación de las mujeres trans continúa siendo la misma, agregando a este panorama que en cuanto al acceso a la salud en Managua, en la que el estigma y la discriminación en muchas ocasiones, son los determinantes para que empleados y empleadas del sector salud reduzcan el acceso a medicamentos y programas de atención y prevención del VIH.
Se identificó que la prevalencia del VIH en las mujeres trans es alta, una de cada cinco son portadoras, de las cuales no todas estas siendo tratadas; únicamente se registra un total de 780 en Managua con tratamiento. Sumado a ello, en el año 2020, ANIT ha registrado en su base de datos, 19 casos de violencia a mujeres trans de diversos territorios como Managua, El Viejo, Matagalpa, Puerto Cabeza, Tipitapa, Chinandega y Ometepe. Dentro de los perpetradores se han identificado a agentes de seguridad, desconocidos y la violencia se ha cometido con diversos tipos de armas como cuchillos, palos, y golpes. En los estudios se refleja que el índice de violencia es la misma hasta la fecha.