22 de abril de 2021: A raíz del asesinato de la lideresa y gobernadora indígena Sandra Liliana Peña Chocué, en el municipio de Caldono, Cauca, la Guardia Indígena decidió ejercer un control territorial, motivado por el Consejo Regional Indígena del Cauca, en adelante CRIC, buscando erradicar cultivos de coca en las veredas de Caimito y El Socorro, sin embargo, durante la jornada las personas que participaban en está labor fueron atacadas por un grupo armado. Hasta el momento medios de comunicación registran 22 heridos y una persona fallecida.
También se reporta desde la CRIC que se capturaron a 5 individuos y un vehículo donde se cree se transportaban los atacantes. Inmediatamente ocurrieron estos hechos se emitió un comunicado de prensa donde narran que en medio de los procesos de la minga fueron atacados por una ráfaga de balas de fusil por grupos armados ilegales, acompañado de un helicóptero que estaba sobrevolando la zona y que podría incrementar los combates en el departamento.
Pese a los hechos y al evidente riesgo en que se encuentra la comunidad ellos y ellas siguen con la minga, en el que los resguardos indígenas desean continuar con las labores de erradicación de cultivos de uso ilícito como una manera de honrar la memoria de Sandra Liliana. La minga es una decisión de las 120 autoridades de la CRIC, que tiene como objetivo además de erradicar los cultivos de uso ilícito, sacar del territorio a quienes no pertenezcan a la comunidad y estén vinculados a negocios ilegítimos y asociados al narcotráfico y controlar los caminos y lugares claves por donde circulan los grupos armados. También esperan encontrar a los responsables del asesinato de la gobernadora Sandra Liliana Peña Chocué y dar captura para que respondan ante la ley sobre lo ocurrido.
El alcalde y las autoridades correspondientes en Caldono están tomando medidas para la protección de las comunidades, no obstante, destacan que las autoridades indígenas tienen como legitimo derecho tomar acciones de defensa de su territorio y sus vidas, como una manera de protegerse del abandono estatal, el aumento de la violencia, el incremento de la presencia de grupos armados en la zona y la proliferación del narcotráfico, que se une a un sinnúmero de acciones que los ponen en peligro.
Desde el 23 de agosto del año pasado, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana para el municipio de Caldono, debido al aumento de los grupos armados en el territorio, según la entidad hay presencia de disidencias de las FARC, ELN y otras guerrillas.
En paralelo a está serie de violencias en los municipios del pacifico caucano: Timbiquí, Guapi y López de Micai hay una movilización fluvial que se da en el marco del Pacto por la Vida y la Paz desde el Pacifico y Suroccidente para toda Colombia, que se firmó el pasado 10 de septiembre. Esta acción conjunta se denomina Caravana Fluvial por la Vida y por la Paz, en la que también participan organizaciones LGBTI de la región, que tiene como fin enviar un mensaje desde los territorios haciendo un llamado a la protección de la vida y la paz como un derecho fundamental que rechaza la agudización del conflicto armado y la crisis humanitaria que se está viviendo en está zona del país.
Así las cosas, entre un panorama ambiguo geográficamente hablando, la situación de orden público que vive el departamento del Cauca es preocupante: por un lado los lideres y lideresas y las organizaciones de la sociedad civil se unen en movilizaciones pacíficas que piden la paz y solicitan al Estado, la opinión pública y la comunidad internacional dar una mirada al grave escenario de conflicto que estamos viviendo como país y por otro nuestros pueblos ancestrales en un ejercicio pleno de su autonomía y defensa de sus territorios y medio ambiente son vulnerables ante una serie de actores criminales que controlan sus regiones ante la ausencia del Estado y protección de sus Derechos Humanos.
Desde CARIBE AFIRMATIVO acompañamos a los pueblos indígenas en su minga permanente y manifestamos nuestra preocupación por la situación de riesgo que están viviendo las comunidades ancestrales del Cauca, como también nos unimos al llamado que hacen organizaciones indígenas nacionales y de derechos humanos en proteger su cultura y respetar su vida.
Exigimos a las autoridades competentes hacer presencia en esta zona, apoyar sus procesos y contribuir con la defensa de los derechos humanos de esta población, que es objetivo militar de los grupos armados que atentan contra la tranquilidad, dignidad e integridad de los habitantes del Cauca, y pone en juego en sus vidas, esperamos que esta situación mejore pronto y se garantice la protección de los pueblos indígenas del Cauca.