15 de diciembre de 2023. La Red Regional de Protección a personas LGBTIQ+ Refugiadas y Migrantes en las Américas es una agrupación de 30 organizaciones de 13 países en las Américas que trabajan con personas LGBTIQ+ que se encuentran en situación de movilidad humana en la región, y viven en condiciones de vulnerabilidad y con necesidades de protección internacional. La Red ha venido trabajando desde el 2019 para visibilizar las experiencias de estas personas en su proceso de desplazamiento forzado, incidiendo para que los estados de la región y organismos multilaterales implementen acciones afirmativas con enfoque diferencial para las personas refugiadas con características sexuales diversas o que se enuncian desde la diversidad sexual y de género.
Cada 2 años, las organizaciones de la Red Regional LGBTIQ+ de Protección, se reúnen para brindar actualizaciones sobre la situación política, social y económica de cada uno de los países, en materia de acceso a derechos, políticas públicas y sociales, y otras medidas de protección nacional e internacional en cada uno de los países. El pasado octubre de 2022, 23 organizaciones pertenecientes a esta Red, se dieron cita en Bogotá para conversar sobre las situación de personas LGBTIQ+ refugiadas tras la pandemia y el aumento de las brechas sociales y las violencias basadas en prejuicios sobre el origen nacional, orientación sexual, identidad y expresión de género, y características sexuales diversas. De allí surgieron algunas reflexiones que están siendo llevadas al Foro Mundial de Refugiados de la Organización de Naciones Unidas y que se presentan a continuación:
Experiencia de personas LGBTIQ+ refugiadas en las Américas
La vulnerabilidad psicosocial y la falta de garantías en el acceso a derechos para las personas LGBTIQ+ refugiadas en las Américas, se agudizaron con la pandemia por COVID-19. Los Estados no han dispuestos los mecanismos suficientes para atender el aumento de las violencias hacia estas personas, tampoco a la falta de empleo y aumento de las condiciones de precariedad. Asimismo, las medidas de regularización administrativa han sido impuestas como medidas excluyente al refugio, lo cual ha llevado a que los estados obliguen a las personas a renunciar a la solicitud de la condición de refugiado para acceder a esta y que se expulsen otras que no hayan podido a acceder a estas medidas. Por un lado, estas medidas violan el principio de “no devolución” consagrado en la Declaración de Cartagena, y, por otro lado, ignoran las situaciones de graves violaciones a los derechos humanos contra la población LGBTIQ+ en la mayoría de países en las Américas.
Brasil
Grupos armados obligan a las poblaciones indígenas a abandonar sus territorios para tener control total sobre las rutas migratorias, en especial, en la frontera con Colombia en la Amazonas donde hay un alto flujo de personas de origen asiatico y africano que buscan la ruta del Darién hacia el norte del continente. En las ciudades, estos grupos controlan las zonas de comercio sexual donde muchas personas refugiadas son prostituidas para tener como subsistir.
El marco de protección para personas LGBTIQ+ refugiadas varían entre los estados, por lo que es muy difícil la garantía de derechos para estas personas. Así las cosas, son las organizaciones sociales las que buscan dar respuesta para la superación de las condiciones de vulnerabilidad de estas personas; sin embargo, las fuentes de financiación son escasas, ya que, en su gran mayoría provienen de fondos federales, por lo que le tener financiación va a depender de la posición política y ética del gobierno de turno. Otra fuente de financiación ha sido las empresas privadas y donaciones de personas naturales, la cual se vio disminuida por las elecciones nacionales que estaban en curso en el 2022.
Centroamérica
El creciente flujo migratorio por la región de centroamérica por las caravanas de personas que huyen de la violencia de sus países y las que provienen de la ruta del Darién, ha llevado a que aumenten la discriminación hacia las personas LGBTIQ+ refugiadas que se encuentrane en tránsito o buscan asentarse en países como Costa Rica, México, Estados Unidos y Canadá. En este sentido, se registra un aumento de los crímenes de odio y violencia sexual, principalmente, hacia mujeres trans, las cuales son instrumentalizadas por bandas delincuenciales y otras personas desplazadas para llegar con éxito a su lugar de destino.
Asimismo, no existen medidas en los países de tránsito, para el reconocimiento de “ciudadanías migrantes” y en sus países de orígenes desaparecen jurídicamente de las bases de datos estatales. Estas medidas son reforzadas por la injerencia de los fundamentalistas religiosos y su injerencia en la subregión.
Colombia y Venezuela
Las personas venezolanas y colombianas LGBTIQ+ que se desplazan hacia otros países de las Américas y hacen su tránsito por Colombia, se deben enfrentar a las dinámicas del conflicto interno que aún vive el país. Como en otras partes de la Región, los grupos armados al margen de la ley son quienes controlan la ruta migratoria y se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas desplazadas para vincularlas a economías ilegales en búsqueda del sostenimiento de su estructura criminal.
En este sentido, estas personas corren el riesgo de ser víctimas de trata de personas, desaparición forzada, recultamiento forzado, explotación laboral en cultivos ílicitos y servicios domésticos, entre otras. Estas situaciones pueden ocurrir tanto en zonas rurales como en urbanas, donde las bandas criminales tienen el control de zonas periféricas de la ciudad donde se ubican, en su gran mayoría, las personas LGBTIQ+, las cuales tienen mayor dificultades para acceder a derechos económicos, sociales y culturales.
Región Andina
Se identifican dos rutas principales por donde las personas LGBTIQ+ refugiadas se dirigen hacia el sur del continente. Si bien estas rutas son acompañadas por organizaciones sociales y la ACNUR, existe un alto riesgo de violencias para las personas LGBTIQ+ quienes no encuentran servicios de atención con enfoque diferencial. Ecuador ha dispuesto de una medida de regularización para aquellas personas venezolanas que ingresaron al país por frontera durante la pandemia por COVID-19. No obstante, el cambio constante de medidas regulatorias en el resto de países del continente y las medidas de expulsión masiva plantean un alto riesgo para personas venezolanas LGBTIQ+ cuya integridad física corre un alto riesgo al regresar a su país.
Cono Sur
Existe una alta necesidad de refugio y casas de acogida dentro de las personas LGBTIQ+ que se desplazan al sur del continente. Esto ha puesto de manifiesto la ausencia de rutas de atención y la centralización de procesos de migración y refugio que limitan el accionar de organizaciones en la periferia de los países de esta región. En este orden de ideas, las familias diversas, se ven obligadas a movilizarse de forma fragmentada lo que aumenta el riesgo de ser víctimas de violencias basadas en género en los refugios.
En el caso de Argentina, se resalta que existen solicitudes de refugio de personas de origen Pakistaní y Rusos. Por su parte, Chile intenta avanzar con procesos de migración diversa, situación mediada por diferentes puentes de ingreso alrededor de la nación.
Caribe Insular
Las prácticas de criminalización de la diversidad sexual y de género que se encuentran institucionalizadas en la mayoría de países del Caribe decantan en el desplazamiento masivo de personas LGBTIQ+ que no ven otra alternativa a huir de su país, aún en condiciones de extrema vulnerabilidad. Se hace necesario reglamentar leyes para la protección de las personas sexo-género diversas, al tiempo que se establecen diálogos con gobiernos autonomos y protectorados para que se respeten y reconozcan los Derechos Humanos de las personas LGBTIQ+.
Recomendaciones
Las organizaciones de la Red hemos construido estas recomendaciones para ser implementadas por los Estados, como una forma de ratificar su compromiso con las personas LGBTIQ+ refugiadas, honrando los tratados internacionales suscritos por estos.
- Implementar políticas de gestión migratoria con enfoque diferencial para la atención y respuesta a las necesidades de protección internacional de personas LGBTIQ+ refugiadas en la Américas.
- Aplicación de la Declaración de Cartagena desde el enfoque de diversidad sexual y de género, y detener las medidas de expulsión masiva que violan el principio de no devolución.
- Formación para funcionariado público en materia de diversidad sexual y de género y violencias por prejuicio relacionadas con la orientación sexual, la identidad y la expresión de género.
- Definir un sistema de asilo en las Américas que reconozca a las personas refugiadas como ciudadanas, sin importar su vocación de permanencia o lo declarativo de su condición de refugiado.
- Disponer de medidas regulatorias permanentes para las personas que crucen las fronteras de forma irregular para prevenir el tráfico ílicito de migrantes y el delito de la trata de personas LGBTIQ+.
- Los Estados deben reconocer y aplicar eficazmente los estándares interamericanos de derechos de personas migrantes y de personas LGBTIQ+, específicamente lo desarrollado por la CIDH.
- Promover la cooperación internacional entre los países de la región para mejorar los sistemas de información con el fin de tener información veraz y oportuna sobre la situación de derechos humanos de las personas LGBTIQ+ refugiadas y otras en situación de movilidad humana.
- Promover acciones humanitarias con enfoque diferencial de diversidad seuxal y de género en las islas del Caribe, para garantizar la protección internacional de personas LGBTIQ+ y la prevención de grave violaciones a los Derechos Humanos que se dan en las rutas turísticas y en donde se configura el delito de trata de personas LGBTIQ+.
- Facilitar acciones en las lenguas nativas y formas de comunicación propias en las Antillas mayores y menores, en aras de fortalecer las acciones multilaterales entre todos los países de las Américas.