Los colombianos acudirán a las urnas el 2 de octubre.
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Con la terminación de los Diálogos de La Habana y la firma del Acuerdo final, queda el camino despejado para que se realice el plebiscito por la Paz, mecanismo de participación ciudadana con el que se refrendarán los Acuerdos entre el gobierno y la guerrilla de las Farc-EP. Así quedó claro en una sentencia (la c-379 de 2016) de la Corte Constitucional, que declaró exequible esta consulta popular que se realizará el 2 de octubre. La corporación CARIBE AFIRMATIVO le explica, para que esté mejor informado, cómo se llevará a cabo este mecanismo.
La prensa ya ha tocado este tema en varias ocasiones, pero todavía hay quienes no lo tienen claro. El plebiscito, para empezar, tendrá una sola pregunta en la que se responderá Sí o No al Acuerdo Final de Paz, que se discutió durante cuatro años en La Habana, Cuba. Para que la consulta sea legítima, la Corte ha ordenado que mínimo 4.5 millones de colombianos salgan a votar. Cifra que corresponde a un umbral del 13 por ciento del censo electoral.
El plebiscito solo se realizará una vez que las Farc-EP hayan “renunciado de manera integral y definitiva a la actividad armada, así como a la amenaza del uso de la fuerza”. El pueblo deberá conocer en detalle los cinco acuerdos que se establecieron en la Mesa de Negociaciones, antes de acudir a las urnas. Es un requisito imprescindible.
La sentencia también prohíbe utilizar dineros públicos e incorporar contenidos de un partido o un movimiento político en las campañas por el Sí o por el No. Y todos los colombianos, léase bien, podrán participar, no importa si están fuera del país. Quienes residan en el exterior deberán acudir a los centros de votación que organice cada consulado.
Si gana el Sí el presidente Juan Manuel Santos podrá incorporar de inmediato el Acuerdo Final a la Constitución Política. Por eso lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex del país, nos unimos para decir: #LGBTIvotaSí, para terminar con una guerra sin sentido que lleva más de 50 años, y que tanto daño nos ha causado.
Sobre los Acuerdos de la Habana y su enfoque de género
El gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc – EP se reunieron durante cuatro años en La Habana, Cuba, para poner fin a 52 años de conflicto armado y así acabar con la violencia que ha afectado principalmente a la población civil durante todo este tiempo.
En ese contexto de violencia, muchos ciudadanos y ciudadanas vieron negados sus derechos por el impacto del conflicto, entre ellas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex, quienes fueron víctimas de grupos armados por su orientación sexual o identidad de género.
Con la firma de los Acuerdos de Paz, las personas LGBTI no seguirán sufriendo daños por parte de estos grupos armados, y para la construcción de una paz verdadera, se reconocerán los aportes de estas en la sociedad, se tomarán acciones para la superación de los prejuicios para reparar a las víctimas, quienes serán tenidas en cuenta en todos los puntos del acuerdo.
Se acordaron Cinco puntos en la mesa de negociación:
- Se realizará una reforma agraria para mejorar la calidad de vida de las y los campesinos, y garantizar la sostenibilidad de sus tierras.
- Al dejar las armas, los guerrilleros de las Farc-EP participarán en política, fortaleciendo la democracia colombiana y el derecho a la oposición.
- Se desmantelarán los campos con minas antipersonales en todo el país y se erradicarán los cultivos ilícitos en un trabajo colaborativo entre el Ejército y la guerrilla de las Farc-EP.
- Se adoptará un modelo de Justicia Transicional para definir de qué forma los miembros de las Farc-EP pagarán por sus delitos. Esto permitirá que NO EXISTA IMPUNIDAD, y se garantizará la verdad, justicia y reparación para las víctimas.
- Las Farc-EP entregarán sus armas y firmarán junto con el Gobierno Nacional la paz definitiva.
Además, como un hecho histórico y sin precedentes en el mundo, la Mesa de Diálogos decidió incluir el enfoque de género para que este proceso de paz reconozca los derechos de las mujeres y las personas LGBTI.
Este enfoque tiene el propósito de garantizar que la salida del conflicto hacia la paz sea en igualdad de condiciones para todos y todas, y estará presente en los cinco puntos del acuerdo, de esta forma:
- Mujeres y personas LGBTI podrán acceder a la propiedad rural y al uso de las tierras en igualdad de condiciones.
- A las mujeres y personas LGBTI del sector rural se les garantizarán sus derechos económicos, sociales y culturales.
- Se promoverá la participación de las mujeres en espacios de representación, toma de decisiones y resolución de conflictos.
- Las mujeres y personas LGBTI tendrán acceso a medidas de prevención y protección de acuerdo a sus necesidades.
- Todas las mujeres y personas LGBTI tendrán acceso a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
- Se reconocerá la labor que hacen las mujeres y personas LGBTI dentro de la sociedad en la construcción de paz.
- Se fortalecerá la participación política y social de mujeres y personas LGBTI al interior de las instituciones estatales.
- Los sistemas de información que usará el Estado tendrán en cuenta el sexo, el género y la etnia para el reconocimiento de las víctimas.
Esperamos que en el posconflicto no solamente se garantice la superación de la violencia, sino que sea la oportunidad de garantizar una vida digna, la igualdad real y el ejercicio de derechos a las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex.