8 de abril de 2022. El pasado 3 de abril, el Tribunal Supremo Electoral de Costa Rica ratificó la elección como presidente número 43 de este país a Rodrigo Chaves, el cual obtuvo la victoria en segunda vuelta con el 52,9% de los votos contra el expresidente José María Figueres. Su campaña estuvo centrada en el discurso anticorrupción, pues su discurso se configuró a partir de las promesas de sacar a los partidos tradicionales del poder y ser una opción de cambio para los sectores sociales empobrecidos. No obstante, sus promesas de cambio se contradicen frente a que el presidente electo hizo parte del actual gobierno de Costa Rica como Ministro de Hacienda.
Ante su victoria, desde el Observatorio de Participación Política de las Personas LGBTI de Caribe Afirmativo expresamos nuestra preocupación frente al alto riesgo de la no garantización plena y sostenida de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas con orientaciones sexuales y expresiones e identidades de género diversas, puesto que sus propuestas y discursos durante la campaña representan un Estado que no movilizará las herramientas institucionales en beneficio de velar por la dignificación de las vidas de estas personas.
Hacemos un llamado a la Organización de Estados Americanos-OEA para que inste al gobierno entrante a cumplir con el principio de progresividad y la prohibición de regresividad establecidas en el artículo 26 de la Convención Americana, la cual establece que ningún Estado está exento de su cumplimiento debido a que es su deber garantizar la progresividad de los derechos sociales y no representar una opción de regresividad para los mismos, esto en razón a sus pronunciamientos en público de eliminar la Comisión LGBT que hoy funciona en el gobierno nacional y modificarla por una que enlace al gobierno con las Iglesias. A su vez, prometió desintegrar el Consejo Superior de la Educación del país para que los procesos educativos de Costa Rica no respondieran a la “ideología de género”. Claramente estos pronunciamientos representan una oportunidad de regresividad de las garantías y derechos sociales que las personas LGBTI han logrado conquistar en este país.
Del mismo modo, nos inquieta que su discurso y propuestas estén respaldados por estructuras patriarcales que llegarán al poder a invisibilizar problemáticas estructurales hacía las personas LGBT y las mujeres del país y así poder privilegiar comportamientos antidemocráticos y machistas que les permita, por ejemplo, desvirtuar las denuncias por acoso sexual que pesan en contra de Rodrigo Chaves tras su paso por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ante este escenario, invitamos a la comunidad internacional a velar, junto a las organizaciones sociales, por la protección de los derechos que han alcanzado las personas LGBT en Costa Rica ante el riesgo de retroceso que representa la eventual presidencia de Chaves. Por último, es importante entender que los derechos de las personas LGBT no se discuten, se reconocen, por lo que denunciamos tajantemente el escenario de incertidumbre que se avecina frente al posible desconocimiento de las garantías institucionales de los derechos de la población LGBT en este nuevo gobierno.