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Comisión de la Verdad presenta en Barranquilla los primeros hallazgos del capítulo de personas LGBTIQ+ en el conflicto armado colombiano

20 de julio de 2022. Este 19 de julio, El Hotel del Prado en Barranquilla fue el escenario escogido para que la Comisión de la Verdad se reuniera con organizaciones sociales, instituciones defensoras de derechos humanos, colectivas feministas y líderes y lideresas sociales LGBTIQ+ del Atlántico y medios de comunicación para socializar algunos hallazgos y recomendaciones condensados en el volumen de género del Informe Final que recoge experiencias de personas LGBTIQ+ en el conflicto armado colombiano.

Este evento organizado por Caribe Afirmativo, con el apoyo de la Embajada de Noruega, se sumó a la gira por el Caribe que realizan algunos comisionados y comisionadas con el objetivo de socializar el Informe Final. En esta ocasión, se contó con la participación de las comisionadas Alejandra Miller y Martha Ruiz, y de Vivian Cuello, investigadora del Grupo de Trabajo de Género de la Comisión de la Verdad.

Durante este encuentro, Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo destacó que este Informe Final está hecho para construir un nuevo país. Y que aún cuando nos pueda causar alegría por ser el resultado de una investigación minuciosa por parte de la Comisión de la Verdad, creada por el Acuerdo de paz con las Farc para determinar las causas, hechos y consecuencias del conflicto armado en Colombia, al leer sus páginas las y los lectores podrán ser testigos del dolor que enfrentaron centenares de personas que fueron víctimas del odio, el desprecio y el rechazo, entre ellas, las personas con orientación sexual, identidad y expresión de género diversa.

En este sentido, Castañeda vislumbró algunos retos que tiene Colombia conforme a lo que expone el Informe Final, en especial, en el capítulo que da cuenta de la afectación de las violencias hacia las personas LGBTIQ+: “primero, identificar el papel de la reparación, ya que es urgente reparar al movimiento LGBTIQ+  y esto debe verse en la transformación de una sociedad que excluye y naturaliza los prejuicios; segundo, se requiere que hayan espacios dignos para los cuerpos de las personas trans; tercero, el Estado debe darnos un lugar de ciudadanas y ciudadanos con integridad de derechos y que respete la libertad; cuarto, lo LGBTIQ+ debe ser pensado en perspectiva territorial y rural y quinto pensar qué significa la reconciliación y sepamos que el país reconciliado es el que tiene memoria, que repara, pero sobre todo es el país que garantiza que las vidas puedan ser vividas”.

Cabe destacar que este documento es histórico porque responde al llamado de las víctimas y sobrevivientes a hacer memoria sobre lo ocurrido con las personas LGBTIQ+ en el marco del conflicto armado, siendo esto una exigencia de las víctimas siendo este el primer paso para que no se repita. 

El capítulo en mención fue construido a partir de 405 entrevistas que se realizaron a personas LGBTIQ+. De estas se identificaron 369 víctimas y más de 700 eventos de violencias, entre los que se registraron amenazas, desplazamientos, exilio, violencia sexual, tortura, homicidios y otras violencias que fueron perpetradas por paramilitares, quienes representan casi el 40% de los victimarios, seguido de la guerrilla, grupos armados, fuerza pública, entre otros.

En él se identificó que se perseguían a las personas LGBTIQ+ para obtener ventajas militares en la guerra, porque les facilitaba tener control territorial y poblacional a partir de la imposición o mantenimiento de un orden moral, social, político, económico y militar, y obtener legitimidad de la sociedad.

Lo anterior ocasionó un gran número de impactos diferenciados en la vida de las personas LGBTIQ+, lo cual condujo a la extracción y desplazamiento de estas personas de sus territorios y el apartamiento de sus comunidades base.

“Las y los comisionados hemos sido tocados por ese sufrimiento que han vivido como población. Conocimos su historia y la violencia que enfrentaron por años, y hoy sabemos que ustedes no fueron protegidos. En este Informe Final evidenciamos que existe una Colombia herida, la cual, ha llegado a normalizar la violencia, por eso, hicimos el ejercicio de escuchar sus voces y ser parte del cambio para transformar”, destacó la comisionada Martha Ruiz.

Por su parte, la comisionada Alejandra Miller indicó que “hoy tenemos pruebas para mostrarle al país de manera particular y específica, que existe la diversidad y que hace parte de la sociedad. Esto fue logrado gracias a que diferentes organizaciones, como Caribe Afirmativo, nos ayudaran a llegar a la población LGBTIQ+ y que esta nos hablara con confianza y tranquilidad. Esto dio como resultado que seamos la primera comisión en el mundo en abordar un capítulo sobre violencias contra personas LGBTIQ+ como una forma de reconocimiento de las luchas y resistencias que han protagonizado”.

Sumado a esto, se señalaron recomendaciones para la no repetición para los hechos vividos por esta población, como: fortalecer la implementación del enfoque diferencial para las personas LGBTIQ+ en el marco de los procesos adelantados por la JEP; promover que en los casos los actores armados realicen actos de reconocimiento público de las violencias contra la población LGBTIQ+; insistir en las garantías de seguridad humana integral para las víctimas LGBTIQ+ a través de la UIA de la JEP; impulsar que el estado implemente acciones diferenciales en materia de salud, acceso y garantía de tierras, entre otros derechos, para víctimas LGBTIQ+,firma de pacto ciudadanos con grupos poblacionales para la no discriminación, son algunas que fueron mencionadas y están relacionadas los ejes de Justicia y memoria, igualdad material y convivencia pacífica.

El evento que tuvo un espacio donde las y los asistentes pudieron interactuar con las comisionadas a través de una sesión de preguntas, finalizó con un acto simbólico donde se recordó a aquellas personas cuyas vidas fueron apagadas por la discriminación y la violencia.

Desde Caribe Afirmativo esperamos que este informe sea la herramienta que empiece a transformar este país y permita reconocer a una Colombia herida donde las personas diversas se resisten a permanecer en el olvido.