Persisten dudas y desconfianza por sus posturas y acciones frente a temas claves para los feminismos.
13 de junio de 2024. Claudia Sheinbaum se posiciona como la primera presidenta del estado mexicano, tras su histórica victoria en los más recientes comicios electorales. Sheinbaum es candidata electa por la Alianza Izquierdista Morena, coalición que representa la continuidad y consolidación del partido de izquierda fundado por el actual presidente Manuel Lopez Obrador y Claudia Sheinbaum su predecesora. Su elección representa una victoria histórica para las mujeres en cargos de elección popular, pues obtuvo el 60% del escrutinio electoral, otorgándole una de las victorias más trascendentales en unas elecciones presidenciales.
Es importante destacar su trayectoria política y académica que se vio ampliamente influenciada por su entorno familiar, pues su padre Carlos Sheinbaum era químico y militante del Partido Comunista Mexicano, mientras su madre Annie Pardo es una destacada bióloga mexicana.
Con respecto a su perfil profesional, Sheinbaum es física de la Universidad Autónoma de México – UNAM, donde se consolidó como la primera mujer doctorada en Energía Ambiental. En cuanto a su trayectoria política, se vio involucrada desde muy joven en movimientos estudiantiles, sumado a los múltiples cargos que ha desempeñado a lo largo de su trayectoria: (i) Secretaría Federal de Medio Ambiente bajo el gobierno de Manuel Lopez Obrador y (ii) primera mujer electa como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Ahora bien, es importante analizar el panorama político/electoral posterior a la victoria de Sheinbaum, pues este sería la antesala a un cúmulo de expectativas y agendas sociales impulsadas por los movimientos de mujeres y disidencias sexuales. En retrospectiva, según Revista Volcánicas: “persisten dudas y desconfianza por sus posturas y acciones frente a temas claves para los feminismos”. Por consiguiente, resulta necesario cuestionar su postura politica frente a temas como aborto, feminicido y uso de la fuerza policial, que ya en su anterior mandato vislumbraron una serie de de contradicciones con los mandatos reclamados por los movimientos de justicia social.
Por otro lado, a pesar de sus esfuerzos aunados por impulsar agendas en clave de diversidad sexual y de género, tales como la Creación de la Unidad de Salud Integral para personas trans y acciones de apoyo financiero para movilizaciones LGBTIQ+ en CDMX; en contraste, genera confusión su cercanía y acogida con feministas escrachadas públicamente como trans excluyentes, tal es el caso de Renata Turrent adscrita recientemente a su gabinete de mando presidencial.
Por último, quisiéramos precisar en dicho balance electoral ciertos retrocesos en materia de participación política LGBTIQ+ con relación a las elecciones federales y estatales. Si bien, ninguna candidatura trans resultó electa tras los comicios territoriales, si imperan situaciones de violencia política dirigida particularmente a candidaturas LGBTIQ+ que implican hechos victimizantes como: amenaza, hostigamiento y asesinato en razón de su militancia política.