El atentado corresponde al mismo modus operandi de actos violentos en contra de personas LGBTIQ+ en espacios de socialización de la ciudadanía diversa en Orlando y Oslo
Durante la noche del pasado 19 de noviembre, autoridades de Colorado Springs —ciudad del estado de Colorado, en Estados Unidos— recibieron un llamado que avisó sobre una balacera en el Club Q, un pub de socialización de personas LGBTIQ+. Al llegar al lugar, se encontraron con un panorama desolador: al menos cinco personas habrían muerto a manos de un hombre armado de 22 años, quien abrió fuego en contra de las personas que compartían en el club, matando en el acto a cinco personas e hiriendo a cerca de 18 más. De acuerdo con el medio de comunicación estadounidense, Los Angeles Times, la policía de esa ciudad identificó al atacante como Anderson Lee Aldrich, quien permanece bajo custodia de las autoridades.
Ante los hechos, Jared Polis, gobernador del estado de Colorado —y quien, en 2018, se convirtió en el primer hombre abiertamente gay en Estados Unidos en ocupar el mencionado cargo— calificó lo ocurrido como un acto repugnante. “Mi corazón está destrozado por las familias y los amigos de las personas perdidas, heridas y traumatizadas en este horrible tiroteo”, dijo Polis. “Colorado apoya a nuestra comunidad LGBTIQ y a todos los afectados por esta tragedia mientras lloramos”, ratificó el gobernador.
Por su parte, desde las directivas del Club Q, se rechazó lo ocurrido, calificando estas acciones violentas como un ataque de odio. “Club Q está consternado por el absurdo ataque a nuestra comunidad, (…) Agradecemos las rápidas reacciones de clientes heroicos que redujeron al tirador y pusieron fin a este ataque de odio”, publicó el Club en sus redes sociales.
A pesar de que las autoridades aún no califican los hechos como un ataque fundamentado en el odio, la homofobia y prejuicio hacia personas LGBTIQ+, como movimiento, consideramos que estas serían las causas detrás del atentado, ya que coinciden en el mismo modus operandi de otros asesinatos a personas LGBTIQ+ en espacios de socialización de la ciudadanía diversa. Lo ocurrido en Colorado Springs evoca recuerdos de la masacre del 12 de junio de 2016 en Orlado, Florida, cuando Omar Mir Seddique Mateen ingresó con un fusil a la discoteca Pulse y arremetió con sevicia en contra de los asistentes, dejando 49 personas muertas y más de 50 heridas.
Esta triste noticia en Colorado Springs también guarda relación en cuanto a causas con el reciente atentado a personas LGBTIQ+ en los alrededores de un club nocturno en Oslo, Noruega. Sobre este, fue el 25 de junio de 2022, cuando un ciudadano noruego accionó un arma de fuego en contra de un grupo de personas. Ese acto violento dejó un saldo de dos personas muertas y cerca de 10 heridas. Ante las condiciones y particularidades que rodean el caso, autoridades policiales de Oslo expusieron que este correspondía a un acto terrorista, teniendo en cuenta la cantidad de personas muertas y heridas y la intención principal de generar miedo en la población y en un determinado grupo. Este atentado dio lugar a la cancelación de la Marcha del Orgullo del presente año en Oslo.
Desde Caribe Afirmativo repudiamos lo ocurrido en Colorado Springs, así como en los demás lugares del mundo en los que los espacios de socialización diversa son epicentro de acciones violentas fundamentadas en el odio y prejuicio hacia las personas LGBTIQ+. Estas situaciones podrían estar motivadas por discursos de odio y otras prácticas que condenan las orientaciones, identidades y/o expresiones de género diversas, y que pasan a la acción, arremetiendo contra ellas para aniquilarlas, infundir miedo y perpetuar la marginalidad, invadiendo incluso los espacios que se suponen seguros para la ciudadanía diversa. Ante este tipo de situaciones, reiteramos el llamado a las autoridades de cada país a esclarecer los hechos y hacer justicia en favor de las víctimas y familiares que hoy lloran las vidas que fueron apagadas en crímenes por prejuicios hacia personas LGBTIQ+.