La Ley de Protección Integral a la Familia (Ley 1361 de 2009) declaró el 15 de mayo el Día Nacional de la Familia. En conmemoración de este día, desde Caribe Afirmativo proponemos algunas reflexiones sobre la relación entre la familia y las personas LGBTI.
¿Qué es la familia?
En primer lugar, proponemos volver a pensar en el concepto de familia. La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha reiterado que no existe un modelo único de familia. En esa medida, ha quedado claro que las parejas del mismo sexo también son familia y pueden ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que las familias de parejas heterosexuales.
A pesar de esto, la familia de integrada por parejas del mismo sexo sigue siendo cuestionada socialmente. Se puede decir que su aceptación es parcial. Algunos se atreven a decir: derechos patrimoniales para parejas del mismo sexo sí; otros derechos no. Así, por ejemplo, son muchas las parejas de madres lesbianas que son cuestionadas en el ejercicio de su maternidad responsable, como si tener una pareja del mismo sexo les impidiese brindar amor y protección a sus hijos e hijas.
En ese sentido, la primera invitación es a respetar el derecho que todos y todas tenemos de establecer nuestras familias siguiendo libremente nuestras opciones de vida, y respetando los derechos fundamentales de los demás.
Las personas LGBTI NO somos un riesgo para la familia.
Se ha promovido la idea de que las personas LGBTI somos un riesgo para la familia. Desde las campañas por el NO al plebiscito del Acuerdo de Paz, los promotores del NO difundían la idea de que la protección a las personas LGBTI y el enfoque de género afectaban a la familia como núcleo de la sociedad. Esta idea ha sido además la bandera de lucha de políticos/as, que se aprovechan de la tergiversación y el desconocimiento social sobre diversidad sexual y de género para promover el odio y el miedo hacia las personas LGBTI.
Es un buen momento para desmitificar y deconstruir prejuicios y falsas creencias. Las personas LGBTI no son enfermas, pervertidas, anormales ni perversas: es hora de dejar a un lado estos imaginarios.
Por eso, la segunda invitación del día de hoy es a reconocer que no existe razón alguna por que las personas LGBTI sean un peligro para la familia: las personas LGBTI tenemos familia, formamos familia y amamos nuestras familias.
NO más familias reproductoras de violencia hacia sus miembros con OSIG diversa.
“En mi familia decían la vamos a mandar a violar a ver si te queda gustando (…)”
Mujer lesbiana de Ciénaga, Magdalena.
“(…) Muchos somos víctimas de violencia sexual cuando niños, por parte de adultos a mí me paso, un vecino abusó de mí y mi mamá me dice que lo a mí me había pasado era por mi culpa (…) eso a mí todo el mundo en mi familia me decía: tú nunca vas a salir adelante por ser lo que tú eres (…)”
Mujer trans de Ciénaga.
“(…) desde los 12 años tuve que salir de mi casa (…) mi mamá me decía que mientras ella tuviera vida no me presentara a la casa vestida de mujer (…)”
Mujer trans de Maicao.
“(…) desde el momento que se enteraron mi orientación sexual hubo mucho rechazo por parte de mi familia, nunca tuve el apoyo de ninguno de ellos y por eso comencé a trabajar desde muy niño (…)”
Hombre gay de El Carmen de Bolívar.
En muchas ocasiones, la violencia y el rechazo hacia las personas LGBTI empieza en el interior del hogar. Estas formas de violencia se manifiestan de múltiples formas, entre ellas: violencia física y psicológica por parte de los padres; violencia sexual por parte de los padres, tíos, primos; sometimiento a exorcismos agresivos; etc.
Y estas violencias, que tienen como fin corregir la orientación sexual o identidad de género diversa del niño, niña, adolescente, joven, terminan en muchas oportunidades en la expulsión de éste o ésta del hogar desde muy temprana edad. Evidentemente, una persona que a corta edad se ve obligada a abandonar el hogar, ya sea porque es echada o huye de la violencia intrafamiliar que recibe, ve reducidas sus oportunidades de desarrollo personal –acceso a educación, trabajo, salud, etc.-.
Por eso, la tercera invitación es a que cumplamos nuestros deberes como familia, a que respetemos a las personas que integran nuestras familias sin importar su orientación sexual o identidad de género, a que les brindemos amor, protección y apoyo en todo momento.
En torno a estas reflexiones, Caribe Afirmativo celebra el Día de la Familia, e invita al reconocimiento de los distintos tipos de familia, y a la construcción de familias incluyentes y respetuosas de los derechos de todas las personas que las integran.