No hay garantías para las mujeres trans en el Caribe Colombiano.
En Cartagena, el homicidio de una mujer trans ocasionado por un arma de fuego detonada por un Policía y la retirada de otro grupo de ellas de las playas de Boca grande, de parte de policías adscritos a la Metropolitana de la ciudad. En Barranquilla, la agresión a un grupo de mujeres trans por un miembro de la misma institución que se ha identificado como perseguidor permanente de ellas durante varios meses y en Corozal, Sucre, la agresión con arma blanca a una mujer trans a las afueras de la población, dan cuenta del incremento de agresiones, violencias y negación de derechos a las mujeres trans en el Caribe Colombiano.
El Observatorio de derechos humanos de Caribe Afirmativo, ha recibido en las últimas semanas, múltiples quejas y denuncias por parte de lideresas trans del Caribe, por lo que ellas llaman “el crecimiento de la violencia transfóbica en la región”
, pues a pesar de los permanentes llamados de la sociedad civil y de algunas autoridades en respetar y reconocer sus derechos como mujeres, las agresiones siguen siendo asuntos cotidianos en diferentes localidades del Caribe Colombiano.
El 1 de marzo de 2014, agentes de la Policía Metropolitana de Cartagena retiraron del espacio público a la altura de las playas de Boca grande a cuatro mujeres trans, aduciendo que habían provocado una riña y que era necesario negarles el uso del espacio público, sin embargo, las mujeres trans terminaron golpeadas por los mismos policías, en sus piernas y manos y con la advertencia, según ellas, de que les quedaba prohibido circular por éstas playas de la ciudad; manifiestan las agredidas, que efectivamente estaban en el lugar pero que lejos de estar provocando la revuelta en la playa, eran ellas las víctimas de un robo y agresiones por parte de los transeúntes; sin embargo, la intervención de la Policía, lejos de generar protección hacia ellas, de inmediato las catalogó como las victimarias, las agredieron verbal y físicamente y fueron retiradas de ese lugar.
El 3 de marzo de 2014, fue asesinada en el barrio Canapote de la ciudad de Cartagena la mujer trans. Angelina, perteneciente al grupo cultural de mujeres trans “transformando”
. Ella, luego de departir con otras mujeres trans en la discoteca Evolution se dirigió hacia su casa con su hermano, y al ver que se presentaba una riña en la calle, decidió apresurarlo para que se fueran, pues temía que se involucrara en la discusión, de inmediato se montaron en su motocicleta y cuando ya iban en movimiento, una bala proveniente del arma de dotación de un Policía impactó en la frente de Angelina, desplomándola en el pavimento y dejándola inconsciente en el instante.
Su hermano, junto con las amigas trans, se acercaron a el Policía a reclamarle el acto de disparar un arma de fuego cuando nadie estaba haciendo uso de ellas; y tanto el agresor, junto con los demás policías les empezaron a pegar con sus armas de dotación, a su hermano, le partieron la cabeza generándole una fractura de cráneo, a otro joven lo golpearon en todo el cuerpo, produciéndole un hematoma en la cabeza, A otro más que se hizo presente en el lugar de los hechos, la Policía le propinó un disparo en una de sus piernas. Luego de ello, Angelina, fue llevada primero inconsciente a la clínica san José de Torices y ahí no la pudieron atender y la trasladaron a la Clínica de Blas de Lezo, donde murió a las 6:30 de la mañana.
El 15 y 16 de marzo de 2014, las mujeres trans que frecuenta el sector de la 70 en la ciudad de barranquilla, al igual que otro grupo de ellas que se ubica en el sector de la Murillo los fines de semana en horas de la noche, denunciaron que ese fin de semana, fueron víctimas de agresiones físicas por parte de un Policía, cuya identidad tienen plenamente identificada y que ya ha sido puesta en conocimiento a la oficina de Control Interno y a la Defensoría del Pueblo desde 2013; sin embargo, sigue patrullando las calles de la ciudad y agrediendo a las mujeres trans. En esta ocasión, les prohibía circular por aquellos sectores y al encontrarlas las perseguía en su motocicleta provocándoles caídas al piso y fuertes golpes. Además les retiene el dinero de su trabajo y les advierte que si le denuncian las sacará de la ciudad. Éste Policía está adscrito al CAI del parque Suri Salcedo, y hace más de tres años es conocido por su transfobia y persecución hacia las mujeres trans, sin que se ponga fin a ésta abuso de autoridad y violación a los derechos humanos.
El 24 de marzo de 2014 en Corozal, Sucre, una mujer trans fue herida de gravedad con arma blanca de parte de un sujeto que al parecer ejercía el servicio del mototaxismo. El, horas antes la había abordado en el mercado la Macarena de éste municipio y la había conducido a la vía que comunica a Morroa con el corregimiento de El Yeso. En éste lugar, relató ella, “… estaban dos hombres: uno flaco y alto y otro más chiquito y medio gordo, tenían el rostro tapado, me intimidaron con un cuchillo, me quitaron el celular, lo tiraron a la trocha y me apuñaló en el brazo izquierdo, la espalda, el pecho y las manos, y me dijo que no lo mirara”
. Ella recibió seis impactos de arma blanca en su cuerpo, dos de ellas generándole heridas de gravedad, luego de esto fue dejada allí por los tres sujetos que se escaparon en la moto y le tocó caminar por más de una hora hasta llegar al casco urbano, donde recibió atención médica.
Este homicidio, cometido presuntamente por el Policía, sumado a las agresiones físicas y abuso de autoridad de miembros de esa institución en Cartagena y Barranquilla, dan cuenta que ni la directiva 006 de 2010, ni las múltiples capacitaciones a la fuerza pública, ni los compromisos suscritos, en algunos comandos de ésta región, lograr generar por parte de ellos como institución y de cada uno de sus miembros un compromiso de especial protección hacia las personas LGBT, particularmente las mujeres trans. Y la agresión con arma blanca de otra de ellas en Sucre habla del estado de indefensión y permanente riesgo que viven las mujeres trans en el caribe y que urgen de un lado investigaciones, sanciones y garantías de justicia para que no siga la impunidad siendo al respuesta a las decenas de casos que como éste ocurren en el caribe año tras año y de otro lado asumir medidas afirmativas, políticas públicas para su especial protección y garantía plena de derechos.
Caribe Afirmativo hace un llamado a las autoridades, sociedad civil y entidades defensoras de los derechos humanos de rodear, proteger y garantizar los derechos de las mujeres trans en cada uno de los territorios del caribe y de sancionar las conductas transfobicas de Policías, funcionarios públicos y personas al margen de la ley.
Corporación Caribe Afirmativo.