Foto: ColombiaCheck
Mesa de Negociaciones de Paz
Gobierno Nacional y Ejército de Liberación Nacional (ELN)
Colombia
Respetados y respetadas integrantes de la Mesa de Negociaciones:
Rechazamos el acto violento de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), contra la base militar en Puerto Jordán, Arauca, y nos solidarizamos con las familias de los jóvenes soldados muertos y heridos. Rechazamos todos los actos de guerra. Al mismo tiempo, instamos a las partes a cumplir con su compromiso de no levantarse de la Mesa de Negociaciones y acordar un nuevo Cese al Fuego que evite la sucesión de estos actos violentos que solo traen dolor y destrucción.
Las organizaciones, redes y plataformas firmantes de esta comunicación, nos dirigimos a ustedes con profunda preocupación frente al anuncio gubernamental de la suspensión del proceso de diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este proceso, que ha sido un faro de esperanza para millones de personas en todo el país, no debe detenerse. La suspensión de las conversaciones genera una gran desazón en los territorios más afectados por el conflicto armado, desestimula otros procesos, y pone en riesgo los avances logrados para alcanzar una paz con justicia social.
Desde las organizaciones, redes y plataformas que hemos trabajado por la construcción de paz en nuestro país, hemos sido parte activa del proceso del diseño de la participación, y no podemos permitir que esta oportunidad se pierda, ni que las esperanzas de miles de colombianos y colombianas, que han puesto su confianza en este esfuerzo, se desvanezcan.
Colombia ha demostrado, a lo largo de los años, que el único camino viable para nuestra sociedad es la salida política al conflicto armado. La historia nos enseña que el uso prolongado de la violencia solo perpetúa el dolor y la exclusión, mientras que la negociación permite construir una sociedad más justa y equitativa. La paz negociada es el camino que ofrece la posibilidad de atender las causas profundas del conflicto, garantizar la justicia social, la participación ciudadana, los derechos humanos y las garantías democráticas.
Por ello, exigimos de manera urgente y categórica lo siguiente:
Al Gobierno Nacional y al ELN:
- Cumplir al país y retomar las conversaciones de paz.
- Reactivar el cese al fuego con la implementación de mejores condiciones y mecanismos de seguimiento que garanticen el cumplimiento y respeto absoluto del derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Además, es necesario acordar todas las medidas humanitarias urgentes que permitan aliviar la cruda realidad que viven los territorios afectados por el conflicto. Las comunidades no pueden seguir siendo las víctimas silenciosas de la violencia. Es urgente avanzar en los acuerdos logrados por la Mesa en el tema humanitario.
- Implementar el acuerdo No. 28 “Sobre el desarrollo del proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz”, asegurando las garantías necesarias para avanzar en este camino. Sin una participación amplia y real de la ciudadanía, la paz que se busca construir estará incompleta y será frágil. Esta participación debe ser efectiva para las víctimas, mujeres, personas LGBTIQ+ y todos los demás sectores sociales que conforman el Comité Nacional de Participación (CNP).
Al Ejército de Liberación Nacional – ELN:
- Asumir con altura y responsabilidad este desafío y retomar los diálogos de paz. Es la mesa de diálogo el mecanismo para abordar las dificultades y diferencias.
- Frenar de inmediato toda agresión contra población civil, incluidas las retenciones con fines económicos.
Al Gobierno Nacional:
- Implementar lo acordado con eficacia. Este proceso no solo es una cuestión de voluntad política, sino un compromiso ético con el país y con las generaciones que anhelan un futuro sin guerra y sin pobreza.
- En cabeza del presidente, avanzar en el desmantelamiento político, cultural y operativo de las estructuras paramilitares en todo el territorio nacional y brindar garantías para la protección de liderazgos sociales.
Reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la paz y nuestro deseo de seguir contribuyendo a este proceso. Confiamos en que las partes retomarán el diálogo con la firme convicción de que la paz no solo es posible, sino indispensable. Ahí estaremos las organizaciones para apoyar dicho esfuerzo.
Con respeto y esperanza,
FIRMAS INTEGRANTES DEL COMITÉ NACIONAL DE PARTICIPACIÓN – CNP.
Lee la carta y firmantes aquí.