Organizaciones sociales del Atlántico, Magdalena, Cesar y La Guajira respaldan el nuevo Acuerdo de Paz entre el gobierno y las Farc.
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CARIBE AFIRMATIVO, con el apoyo de FESCOL, VIVA la Ciudadanía y Open Society, realizó en Santa Marta la segunda Cumbre Caribe por la Paz (la primera se hizo el mes pasado en Cartagena), en la que campesinos, víctimas del conflicto, indígenas, sindicalistas, jóvenes, estudiantes, grupos de mujeres y personas LGBTI del Atlántico, Magdalena, Cesar y La Guajira, se reunieron durante dos días en un hotel de la capital del Magdalena para analizar el nuevo Acuerdo de Paz. Desde esta región, en donde la mayoría de sus habitantes votó Sí en el plebiscito, organizaciones sociales respaldan el nuevo Acuerdo entre el gobierno y las Farc.
Los líderes y lideresas le apuestan a este proceso dejando claro que todas las voces cuentan para incidir en la construcción de una paz territorial. “Nos la jugamos por los retos que nos traerá la implementación de los Acuerdos en las regiones, sobre todo en las que han sido más golpeadas por el conflicto armado y que requieren mayores esfuerzos del Estado y la sociedad para aclimatar la paz”.
Para hacer esta construcción colectiva de acciones de Paz en las regiones, enfocadas a la refrendación y la implementación, este grupo de organizaciones sociales concertó una agenda de Paz regional que les permitirá involucrarse de manera efectiva, llevando sus voces a los diferentes espacios de participación que se abrirán para finalizar exitosamente el proceso de negociación de paz y el comienzo de su territorialización en el país.
En el encuentro se destacó que la unión hace la fuerza. Que desde las comunidades y los diferentes grupos poblacionales se acordarán agendas de Paz y a su vez, sumar fuerzas con otras poblaciones, muchas excluidas sistemáticamente, para concertar procesos de movilización y pedagogía para la paz, a través de apuestas culturales, apoyo a una firmatón, participación en cabildos abiertos, asambleas y estrategias de comunicación.
También se acordó una agenda de incidencia política para la implementación de los Acuerdos, a través de articulaciones de los movimientos y organizaciones sociales y políticos, que permitan establecer puentes, redes y alianzas, para participar y hacer seguimiento a cada uno de los puntos acordados.
“El caribe ha tejido paz y en estos tiempos venideros seguiremos en la construcción colectiva de Paz con acciones desde la pedagogía, la movilización, la veeduría y la agenda política territorial. Reiteramos, finalmente, los compromisos que como ciudadanos y ciudadanas tenemos frente a la transformación del país, desde una Paz regional y diferencial. Llegó el momento de pasar del ruido de los fusiles a la sinfonía de las voces caribeñas”.