NoticiasdePaz Paz

Caribe Afirmativo presenta el primer informe sobre violencias contra sujetos colectivos LGBT en el marco del conflicto armado ante una comisión de la verdad

4 de diciembre de 2020. Caribe Afirmativo -en compañía de Casa Diversa de la Comuna 8 de Medellín, el Colectivo LGBTI Crisálida de San Rafael y el Colectivo LGBT de El Carmen de Bolívar- presenta a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (en adelante CEV) el primer informe sobre violencia contra personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género (en adelante OSIGEG) diversas integrantes de sujetos colectivos LGBT en el marco del conflicto armado. Este informe es presentado con el apoyo de Abogados Sin Fronteras Canadá, la Embajada de Canadá, la Embajada de Países Bajos y el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ).

Resistimos callando, re-existimos gritando es un informe que recoge las memorias y experiencias de los tres primeros sujetos LGBT de reparación colectiva reconocidos por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV): La Mesa LGBT de la Comuna 8 de Medellín (Antioquia), el Colectivo LGBTI de San Rafael (Antioquia) y el Colectivo LGBT de El Carmen de Bolívar (Bolívar). El informe explica que las violencias a sus integrantes tuvieron dinámicas colectivas basadas en prejuicios relacionados con sus OSIGEG diversas. En este sentido, los actores armados legales e ilegales perpetraron violencias en contra de los sujetos colectivos porque sus construcciones desde la resistencia y la diversidad sexual y de género afectaban sus fines de control territorial, control de la población y legitimidad social en la guerra.

Así las cosas, el informe expone un continuum no solo de violencias, sino también de resistencias con significación política y transformadora. Los colectivos LGBT que se documentan nacieron y se construyeron como experiencias de resistencia a los estigmas y prejuicios sociales por sus OSIGEG diversas, y posteriormente, fueron objetivos militares de los grupos armados que buscaban imponer un orden moral y social excluyente para obtener sus fines estratégicos en el marco del conflicto. Por ello, quienes integraron estos sujetos colectivos fueron víctimas de amenazas, desplazamientos forzados, violencia sexual, detenciones arbitrarias, agresiones físicas y psicológicas, tortura, tentativas de homicidios/feminicidios y homicidios por prejuicios para desarticularlos como sujetos políticos y controlar sus cuerpos, comportamientos y expresiones de diversidad sexual y de género.

En la Comuna 8 de Medellín, grupos paramilitares en connivencia con la Fuerza Pública cometieron amenazas, desplazamientos forzados, agresiones físicas y psicológicas por prejuicios contra las y los integrantes de la Mesa LGBT para desarticularla, porque esta surge como como una experiencia de resistencia juvenil que buscaba desnaturalizar violencias, reconocerse como sujetos políticos, y apropiarse del espacio público desde la diversidad sexual y de género. Para ello, la Mesa LGBT implementaba estrategias para la apropiación del territorio y se disputaba espacios de incidencia política, logrando gran impacto político y social en la Comuna. Esto significó un riesgo a los fines de control territorial y de legitimación social que tenían los grupos paramilitares en el territorio. Para este grupo armado, la Mesa se convirtió en un actor con quien disputarse políticamente el territorio.

En San Rafael, el Colectivo LGBT había empezado a buscar espacios para reunirse, hacer actividades culturales y trabajo comunitario con expresiones de diversidad sexual y de género. Así, se fueron construyendo como un colectivo con gran aceptación social que irrumpía con los fines de los grupos armados legales e ilegales. La Fuerza Pública perpetró detenciones arbitrarias y agresiones físicas y psicológicas por prejuicios, para regular sus cuerpos y comportamientos manteniendo así su rol de autoridad en el territorio. Con la llegada de los grupos paramilitares, el Colectivo LGBTI se reconoce como un actor clave para ganar legitimidad y reemplazar tanto a la Fuerza Pública como a la guerrilla como autoridad que controla el territorio y la población. Por ello, se da un aprovechamiento del impacto social del colectivo manteniendo un acercamiento a sus integrantes, pero siempre regulando y validando sus comportamientos. Las amenazas, desplazamientos forzados, agresiones y homicidios fueron entonces violencias basadas en prejuicio utilizadas para “castigar” a quien perturbara el orden social y moral impuesto. Esto llevó al homicidio de su líder -Carlos Arboleda, a quien conocían como Sardino- y el desplazamiento forzado de sus integrantes.

En El Carmen de Bolívar, mujeres trans y hombres gais con expresiones de género femeninas resistieron a través de sus cuerpos. Llevaron sus expresiones de género a las calles, a las plazas y a los parques, buscando afrontar la violencia cotidiana y en el marco del conflicto armado. Así, se fueron conformando como un colectivo, reuniéndose y apropiándose del espacio público. Por esa razón, la Fuerza Pública y grupos paramilitares empezaron a percibirlas como perturbadoras de orden público, haciendo uso de la violencia por prejuicio para castigar, excluir y eliminar las OSIGEG diversas de las personas que integraran el colectivo, de quienes se reunieran, de quienes socializaran y de quienes expusieran sus cuerpos. Se trató de detenciones arbitrarias, violencia sexual, tortura, agresiones físicas y psicológicas, amenazas y desplazamientos forzados que les permitió a los grupos armados mantener el control del territorio y la población, así como legitimarse socialmente.

Con la presentación de este informe, Caribe Afirmativo espera continuar con el aporte a la construcción de verdad y paz que viene realizando desde 2019 con la presentación del primer informe a la CEV: ¡Nosotras resistimos! Hoy la entrega de Resistimos callando, re-existimos gritando, hace una invitación a reflexionar sobre las dinámicas de las violencias por prejuicio contra las construcciones colectivas de personas con OSIGEG diversas en diferentes territorios del país. Por lo tanto, resalta las formas de resistencia al conflicto desde la construcción de paz, la apropiación de los territorios y la lucha por los derechos humanos.

Dese su iniciativa Promoviendo la Paz, Caribe Afirmativo continúa trabajando para llevar las voces de las víctimas al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR). Hasta la fecha, han sido cuatro informes presentados por Caribe Afirmativo ante la JEP: dos informes sobre violencias contra personas LGBT en la subregión de Urabá presentados al caso No. 004, un informe sobre violencias contra personas LGBT en la subregión de Montes de María y un informe sobre violencia contra sujetos colectivos LGBT en Antioquia. Además, con este, son dos informes los presentados ante la CEV, junto con numerosos documentos técnicos que han resultado de las experiencias de las víctimas LGBT del conflicto armado en Colombia.

Lee el resumen aquí