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Caribe Afirmativo hace memoria de Anyela Ramos Claros, el primer caso reconocido como feminicidio de una mujer trans en Colombia

Por primera vez en Colombia, luego de más de tres años de vigencia de ley Rosa Elvira Cely, se emitió una sentencia condenatoria por feminicidio de una mujer trans. El Juzgado Segundo Penal del Circuito de Garzón (Huila) condenó a Davinson Stiven Erazo Sánchez por el asesinato de Anyela Ramos a una pena de 20 años de prisión en centro psiquiátrico por delito de feminicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

En el avance de la investigación se logró probar, más allá de toda duda razonable, que Anyela fue asesinada por motivos de su identidad de género, en otras palabras, por el hecho de ser una mujer trans. Habiendo sufrido antecedentes de violencias, entre ellos, un primer intento de feminicidio en agosto del 2016 por parte del mismo agresor que la agredió con un arma blanca (tipo machete), Anyela fue asesinada el 9 de febrero de 2017 en el barrio Las Mercedes del municipio de Garzón (Huila) en horas de la mañana mientras se encontraba trabajando en su peluquería, sufriendo el disparo de una escopeta en la espalda. 

Este hecho lamentable, aunque deja por mucho entrever a un Estado con graves deficiencias a la hora de prevenir y garantizar la seguridad individual de las personas víctimas de violencias por prejuicio, es el primer reconocimiento de feminicidio que se espera que abra paso para la verdad en los estrados judiciales sobre las mujeres trans que han sido víctimas de feminicidios, cuyas muertes han sido invisibles en las salas de justicia. En Latinoamérica, se han registrado feminicidios contra mujeres trans, de los cuales destaca el asesinato de la activista trans, Diana Sacayán, ocurrido en Buenos Aires Argentina, que ha sido considerado como la primera sentencia de feminicidio trans en Latinoamérica.

Sin ahondar en extractos de consideraciones judiciales, Caribe Afirmativo no deja de extender sus condolencias hacia las personas allegadas a Anyela, e invita a los operadores judiciales, jueces y fiscales, a continuar construyendo verdad dentro de estos hechos lamentables. Es necesario, que las autoridades hoy por hoy continúen reconociendo aquellas violencias que nacen de la intolerancia y el prejuicio, y que generan una gran aflicción contra las personas que construyen su identidad desde la diversidad de género y diversidad sexual. En el mismo llamado hacia las autoridades, les exhorta a que junto al caso de Anyela esclarezcan plenamente los hechos de violencias cometidos contra personas LGBTI, a fin de que no se extienda mayor impunidad.