26 de marzo del 2021: Caribe Afirmativo presenta su cuarto informe ante la Comisión de la Verdad: “Entre silencios y palabras: conflicto armado, construcción de paz y diversidad sexual y de género en Colombia”, que es el resultado de un recorrido por los departamentos de Arauca; Caquetá, Cesar, Cauca y la subregión de Magdalena Medio, a través de las voces de las víctimas LGBT del conflicto armado. Este informe es presentado con el apoyo de la Fundación Triángulo de España, la Agencia Extremeña de Cooperación para el Desarrollo (AEXCID)y la Embajada de Noruega.
Hoy, a las 10:30 am desde las redes sociales de Facebook Live y YouTube de la Comisión de la Verdad será trasmitido este evento que menciona cinco subregiones del país y surge desde los relatos y testimonios de las víctimas de los diferentes territorios que describen no sólo aquellas crueldades vividas durante el conflicto, si no también sus experiencias de resistencia y resiliencia desde la colectivización y organización en la búsqueda de la construcción de paz e igualdad en cada uno de estos lugares.
Son casi 100 casos documentados de personas LGBT víctimas del conflicto armado que han vivido amenazas, situaciones de persecución, hostigamiento, y todo tipo de violencias por sus orientaciones sexuales e identidades y expresiones de género diversas en estos cinco departamentos. Este informe contiene 6 libros, uno por cada territorio y otro que recoge recomendaciones de reparación y garantías se no repetición, siendo así una compilación y análisis de las historias de vida, estudios de caso, impactos psicosociales y económicos y lo que esperan las víctimas en materia de reparación y reinvindicación de sus derechos.
Entre los hechos victimizantes más relevantes se encuentran los desplazamientos forzados y las amenazas, sin embargo es importante aclarar que a estos hechos le anteceden situaciones de violencia como violencia sexual, hostigamiento, secuestros, reclutamiento forzado, homicidios, feminicidios y tentativas de los mismos y además detenciones arbitrarias, que resumen los tipos de violencias que se presentan regularmente en los cinco territorios por parte de actores armados legales e ilegales.
A grandes rasgos las formas de resistencia son los liderazgos sociales que defienden derechos de personas LGBT, indígenas y afros y que ven comprometidas su vida en su activismo por las continuas amenazas que reciben, especialmente desde el año 2016, luego de la firma del Acuerdo de paz, estas personas líderes y lideresas en sus territorios han recibido intimidaciones con mayor frecuencia. Otras formas de resistencia, son la decisión de hacer pública su orientación sexual o la relación de pareja en oposición a la heteronomatividad en sus regiones, así como expresar abiertamente su identidad de género en contra de los códigos morales impuestos por los grupos criminales. Así pues el encontrarse con otras personas LGBT en espacios públicos para construir lazos de afecto y amistad, sin tener una base política o de organización es en sí misma es una forma de resistir porque es común que en los territorios se les prohíba a las personas LGBT habitar los espacios públicos, ya que el conflicto armado lo que hizo con estos espacios de confianza fue detenerlos, retrasarlos o eliminarlos.
Vale la pena mencionar que este informe es el último que Caribe Afirmativo entrega a la Comisión de la Verdad ya que el próximo miércoles 31 de marzo cierra sus eventos públicos ante la sociedad civil. De ahí que dentro de las recomendaciones más importantes que se espera sean incluidas en el informe final de la Comisión de la Verdad tienen que ver con el acceso a derechos humanos, que las medidas de reparación correspondan con los intereses y daños que han sufrido las víctimas durante el conflicto, en particular porque quienes denuncian se encuentran con una institucionalidad que las revictimiza, como también hay una condiciones estructurales que reflejan desigualdad en temas como el acceso a una educación, trabajo, salud y vivienda dignas.
Además se proponen unos lineamientos para superar la desigualdad jurídica, política y social frente a los casos de violencia vividos por las personas LGBT, en ese sentido se habla de educación y capacitación en materia de derechos humanos con un enfoque diferencial y perspectiva de género, en los procesos judiciales y en la superación de estereotipos heteronormativos como por ejemplo el trato que brindan los funcionarios hacia la población LGBT, por eso se desea eliminar los prejuicios que podrían justificar estas violencias y aumentar las barreras que limitan el acceso a la justicia. Finalmente se sugiere que las instituciones sancionen debidamente a miembros de la fuerza pública que hayan cometido violencias contra personas LGBT.
El informe concluye con una pedagogía que motiva a vencer la impunidad, reconocer y superar estas violencias que inviten a lograr transformaciones estructurales que posibiliten que las personas LGBT que han sido víctimas del conflicto tengan una vida digna y gocen de garantías de no repetición de estos hechos y que a su vez las reparaciones se den de forma contextualizada, priorizando una reparación con un enfoque territorial.
Este trabajo es fruto de la confianza que las víctimas depositan en nosotros al contar sus propias historias como símbolo de lucha y resistencia, con la firme intención de que éste sea insumo para el esclarecimiento de la verdad y el análisis a través de un enfoque de género, interseccional y diferencial que dé cuenta de las violencias desproporcionadas que han recibido en todo el territorio nacional en el contexto del conflicto. En especial, porque al enunciarlos ante la Comisión de la Verdad significa un acto de valentía que afirma que estos hechos deben ser nombrados y no olvidados, resignificándolos así como símbolos de resistencia colectiva de un conjunto de voces que merecen ser escuchadas.