La trans barranquillera había denunciado que la discriminaban en una universidad de México.
***
Camila Jiménez (24 años), la trans barranquillera que denunció que la discriminaban en México, será reintegrada a la maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas, donde fue expulsada en febrero. El consejo académico del centro de educación superior estableció que Jiménez no había cometido una falta para negarle estudiar el cuarto y último semestre de este postgrado. Ella ha denunciado que la expulsión es por su identidad de género.
Los seis miembros del consejo, entre estudiantes, profesores y egresados, reconocieron que la expulsión fue una decisión excesiva, y que se investigará si Camila ha sido víctima de discriminación por ser una mujer trans.
La Corporación Caribe Afirmativo, que representa a Jiménez, había solicitado al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) de México, que exigiera a la Universidad Autónoma de Zacatecas que reintegrara a Camila. “Celebramos la decisión, pero estaremos muy atentos a que Jiménez no sea víctima de represalias, a que este centro de educación superior investigue si efectivamente hubo discriminación, y a que se cumpla la solitud que Camila hizo cuando le anunciaron que la reintegrarían a la maestría: cambiar el tutor de su tesis sobre las dificultades laborales que enfrentan las personas trans en América Latina”, afirma Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo.
Jiménez, que vivió por varios años en La Guajira, empezó a principios de 2016 a reconocerse como una mujer trans, después de haber cursado un semestre en México y de viajar a Cuba. En marzo del año pasado inició el proceso de hormonización (que es el cambio de hormonas masculinas por femeninas). Y en ese tiempo también se enteró de que había cierta molestia porque ella utilizaba el baño de mujeres. Es decir, Camila solo hasta mediados de la maestría comenzó a reconocerse como una mujer trans, y quizás esa fue la verdadera razón del programa de posgrados de la Universidad Autónoma de Zacatecas, para negarle a Jiménez la oportunidad de seguir estudiando.
La universidad le informó primero que había perdido la beca que ganó en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt (programa de becas), por no inscribirse a tiempo. Pero ella decidió pagar el semestre con recursos propios. Después dijeron que no terminaría la maestría por inasistencia, porque el semestre empezó el 23 de enero y Camila volvió el 2 de febrero a Zacatecas (estaba de vacaciones en Barranquilla, donde se enfermó y fue incapacitada). Pero eso es falso, según Jiménez, porque solo se pierde la maestría si no se asiste al 20 por ciento de las clases.