Después de insultarla, cortarle el cabello, destruirle su ropa, maquillaje, tacones y golpearla con un cinturón, el padre de Kamélica, una mujer trans de Managua, decide echarla de la casa. Ella acude a la comisaría más cercana y el policía de turno, que recepciona su caso, la escucha atentamente y le expone su posición institucional: “es mejor que regreses a tu casa, hagas caso a tu padre y te acojas a sus normas porque él quiere lo mejor para ti, que seas un buen hombre”.
Relato de mujer trans de Honduras, 2019.
Por primera vez, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebra una audiencia temática para abordar la realidad de las mujeres lesbianas, bisexuales y trans en Colombia, Honduras, Nicaragua y República Dominicana. Esta diligencia estará en cabeza de Caribe Afirmativo, Diversidad Dominicana, la Asociación Nicaragüense de Mujeres Transgénero y Somos CDC, como organizaciones peticionarias, con el apoyo de la Fundación Triángulo y la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo AEXCID.
En el marco del 177° periodo de sesiones de la CIDH, el proyecto Enterezas hará incidencia a través de la audiencia temática Situación de derechos humanos de las mujeres lesbianas, bisexuales y trans en América Latina y el Caribe, para visibilizar los casos de violencia por prejuicio que viven las mujeres LBT, los cuales se han exacerbado en tiempos de la pandemia COVID19.
La intervención de Enterezas dará cuenta del contexto socio-cultural que rodea las formas diferenciadas de violencia por prejuicio contra las mujeres LBT, las barreras en el acceso a la justicia y la falta de compromiso por parte de los Estados en la prevención y abordaje de los casos que les afectan. Esta actitud institucional conlleva al incumplimiento de las obligaciones internacionales que los Estados de Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Colombia han asumido en materia de prevención, investigación, reparación y juzgamiento de la violencia basada en género.
Se explicará como las concepciones machistas y binarias sobre el género relegan a las mujeres a espacios de vulnerabilidad. Para las mujeres lesbianas, bisexuales y trans, los impactos materiales y simbólicos de la estructura patriarcal se manifiestan de forma ampliada y exacerbada. Sus vidas están delimitadas por los roles y estereotipos que se supone que las mujeres LBT deben asumir y estos operan como instrumentos de justificación y naturalización de las violencias. Al etiquetar a las mujeres LBT como “transgresoras” del orden social, opera una doble discriminación: por ser mujeres y por tener una orientación sexual e identidad de género diversa. Por ello, superar la impunidad social y judicial y ser reparadas por las vulneraciones, resulta mucho más difícil de alcanzar.
El papel del “cuarto poder”, de los medios de comunicación, suele contribuir en la instalación y reproducción de los prejuicios y fomentar la legitimación de las conductas violentas hacia las mujeres LBT. La minimización de las violencias en escenarios institucionales y mediáticos, trae como resultado el encubrimiento sistemático de agresiones físicas, amenazas, violencia sexual, violencia intrafamiliar, tortura y feminicidios. Los medios de comunicación, por lo general, llaman “apodo” o “alias” a los nombres identitarios de las mujeres, refiriéndose a ellas en masculino y dando interpretaciones de la violencia que puede llegar a justificar las agresiones, discriminaciones y asesinatos.
Desde las particularidades de los contextos de Nicaragua, Honduras, República Dominicana y el Caribe colombiano, se puede destacar que, a pesar de los esfuerzos de las organizaciones sociales por visibilizar la situación de las mujeres LBT, la realidad que les atraviesa se caracteriza por:
- Un clima marcado de represión política con respecto a las expresiones diversas.
- Altos índices de desigualdad socio-económica que empujan a muchas mujeres trans a ejercer trabajos informales y particularmente el trabajo sexual.
- La discriminación que viven las mujeres LBT, se agrava por la simultaneidad de opresiones que las intersecan, entre ellas las asociadas a la nacionalidad, la clase, la etnia, las creencias religiosas, etc.
- A pesar de los avances jurisprudenciales en el establecimiento de precedentes que respaldan los derechos de las mujeres LBT, en la práctica cotidiana la sociedad sigue reproduciendo una serie de prejuicios desde los cuales se justifican muchas de las violencias dirigidas haca ellas.
- En el ámbito institucional, existe una desconfianza enorme por parte de las mujeres LBT hacia los cuerpos de seguridad del Estado, pues muchas veces estos fungen como “protectores” de los victimarios y perpetran abusos de autoridad contra nosotras. No denunciamos porque no nos protegen.
A todo ello se suma la falta de aplicación del enfoque diferencial por parte de los Estados, el enorme subregistro de casos de violencia por prejuicio a mujeres LBT y la influencia que tienen los prejuicios sociales en las instituciones estatales, lo que se ve reforzado por el auge de discursos anti-derechos, fundamentalismos religiosos y políticos, y la reproducción e instalación de imaginarios negativos y discriminatorios en torno a las mujeres LBT por los medios masivos de comunicación.
Ante esta situación, desde el proyecto Enterezas elevaremos algunas solicitudes y recomendaciones a la CIDH con el fin de que esta exhorte a los Estados a mejorar la respuesta a los casos de violencias hacia mujeres LBT, incluyendo la perspectiva de interseccionalidad y feminista junto con el enfoque diferencial, procurando mejores condiciones de vida, más allá de la tipificación de delitos y políticas sociales ineficientes.
La audiencia se celebrará a través de un en vivo desde la página de la CIDH este jueves 01 de octubre a las 10:00 am (hora Colombia).
Se puede acceder a través del siguiente link de inscripción: http://bit.ly/AudienciaDerHum