2 de enero de 2021. Los países islámicos, entre ellos Irán, han soportado en leyes religiosas argumentos amañados para desconocer la diversidad sexual y de género. Validados en la legislación teocrática, junto a países como Afganistán, Kuwait y los Emiratos Árabes, prohíben radicalmente el libre desarrollo de la personalidad y condenan con penas severas a las personas que asumen públicamente su orientación sexual, identidad o expresión de género y les aplican penas inhumanas y degradantes, incluso la condena a muerte, por ello son estos países los principales expulsores de personas LGBTI que se ven obligadas a huir por la persecución de la que son objeto en sus países.
Es así como luego de seis años detenidos, dos hombres homosexuales, Mehrdad Karimpour y Farid Mohammadi, “acusados de sodomía” fueron condenados a muerte y ahorcados en una prisión en la ciudad noroccidental de Maragheh, a unos 500 kilómetros de la capital, Teherán.
Actualmente, las personas LGBTI en Irán se enfrentan a una discriminación permanente. Viven con el temor al constante acoso, la detención y el procesamiento penal, y están expuestas a la violencia y la persecución por su orientación, identidad o expresión de género diversa. La conducta homosexual consentida está criminalizada y se castiga con penas que van desde la flagelación hasta la muerte.
Javier Rehman, investigador independiente de Naciones Unidas sobre derechos humanos en la capital de Teherán, dijo, en octubre de 2021, al Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de la ONU que Irán continúa apalancando la pena de muerte “a un ritmo alarmante”, y agregó que “la ausencia de estadísticas oficiales y la falta de transparencia en torno a las ejecuciones significa que esta práctica escapa al escrutinio que resulta en abusos graves que impiden la rendición de cuentas”. Según estimaciones de activistas, el régimen teocrático de Irán ejecutó entre 4.000 y 6.000 homosexuales y lesbianas desde la revolución islámica de 1979 en el país.
Desde Caribe Afirmativo instamos a los organismos internacionales a llevar a cabo una investigación inmediata y efectiva con el propósito de visibilizar estos abusos y así tomar medidas urgentes de protección a las personas LGBTI frente a la discriminación, el odio y otros crímenes por parte de las autoridades iraníes, resaltándose la inaplazable necesidad de exigir la aplicación de leyes que frenen de una vez por todas la aplicación de castigos, que son solo conductas caracterizadas por la tiranía tras el respaldo arbitrario de una religión intolerante que indudablemente va en contra de los derechos humanos.