Hacemos un llamado a que la metodología de participación debe ser explícita y detallada, los espacios para territorios y víctimas deben estar claramente definidos, y se debe asegurar la participación activa de las mujeres y de las personas sexo-género diversas. Solo a través de un enfoque verdaderamente inclusivo y participativo se podrá construir una paz sostenible y justa en Colombia.
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30 de mayo de 2024. El pasado veinticuatro (24) de mayo en Caracas, Venezuela, fue celebrado el Acuerdo de Participación No. 28 el cual se encuentra centrado en la inclusión activa de la sociedad civil en el proceso de paz, establece una estructura para que los ciudadanos y las organizaciones sociales desempeñen un papel fundamental en la construcción de paz.
El Acuerdo de Participación No. 28 tiene como objetivo principal promover una participación amplia y significativa de la sociedad civil en las negociaciones de paz, abordando las causas estructurales del conflicto y formulando soluciones y estrategias integrales. Este acuerdo reconoce el papel activo de diversos actores en la transición hacia un país en paz, rigiéndose por los principios de una participación activa, propositiva, incluyente, deliberativa, vinculante, eficaz y autónoma.
Ejes de transformación fundamentales
Para guiar el proceso de paz y garantizar que las soluciones propuestas sean integrales y sostenibles, se han determinado cuatro ejes de transformación fundamentales. Algunos de estos ejes incorporan un enfoque de género:
- Régimen Político: Garantías para la participación política de las mujeres.
- Modelo Económico
- Política Ambiental
- Educación y Cultura: Diálogo sobre la cultura patriarcal y las violencias basadas en género.
Sin embargo, se observa una ausencia de enfoque de género de quiénes representen de la sociedad civil a las personas sexo-género diversas hayan sido víctimas directas, indirectas y/o sean cercanas y sensibles frente la vulneración de derechos contra las poblaciones lesbianas, gais, bisexuales, personas trans, no binaries e intersexuales en el marco del conflicto armado, lo que señala la necesidad de incluirles en estos dialogos que aborden las necesidades y derechos dentro de los ejes de transformación.
Escenarios y mecanismos de participación
Durante el Ciclo VI, se pactó alrededor de la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz. En este contexto, se diseñaron tres fases para el proceso de participación, las cuales incluyen:
- Fase 1: Diseño de la forma de participación de la sociedad que se llevaría a cabo entre octubre de 2023 a febrero de 2024.
- Fase 2: Diálogo con diferentes actores convocados para identificar los principales problemas que son la causa del conflicto político, social, ambiental y armado para formular soluciones integrales. Acciones que se realizarán entre febrero de 2024 a julio del mismo año.
- Fase 3: Construcción de agenda política y de un plan integral de transformaciones, mediante la implementación de proyectos específicos de orden nacional y territorial. Proceso a realizarse entre julio de 2024 a enero de 2025.
A pesar de ello y del Acuerdo de Participación No. 28, aún se pueden identificar varios vacíos en torno a la participación. Aunque se menciona que los escenarios y mecanismos de participación ‘‘se articulan a través de lo temático, sectorial, territorial, poblacional y diferencial’’, tanto a nivel institucional como ciudadano, existen puntos críticos que requieren mayor claridad y desarrollo para garantizar la efectividad y la inclusividad del acuerdo. Estos puntos incluyen:
- Claridad Metodológica: El espacio previo con las organizaciones de la sociedad civil tenía como objetivo construir una metodología participativa. Sin embargo, lo presentado en este acuerdo no deja claro cuál es dicha metodología. En lugar de delinear un proceso participativo claro y concreto, parece presentar ya los resultados de una participación que no se explica detalladamente.
- Inclusión de territorios y víctimas: No queda claro cuáles son los espacios destinados a la participación de los territorios afectados por el conflicto y de las víctimas. Estos grupos son fundamentales para un proceso de paz inclusivo y justo.
- Participación de las mujeres y personas sexo-género diversas:Es esencial que el grupo negociador incluya delegados que puedan hablar específicamente sobre la participación de las mujeres y personas sexo-género diversas, asegurando que sus voces y perspectivas estén representadas en todas las fases del proceso.
De la mano con lo anterior, se subraya que la implementación del acuerdo enfrenta desafíos considerables como, (i) la coordinación efectiva entre el gobierno, el ELN y las organizaciones de la sociedad civil es esencial para asegurar que estos espacio de participación y diálogo funcionen correctamente y que las propuestas identificadas se traduzcan en acciones concretas, y (ii) mantener un ambiente de confianza y cooperación, tanto entre las partes en conflicto como con la sociedad civil en general, pues la transparencia y la comunicación continua jugarán un papel vital en este aspecto, asegurando que todas las partes se sientan incluidas y comprometidas con el proceso de paz.
Finalmente, el Acuerdo de Participación No. 28 es un avance significativo, pero para ser realmente un proceso de paz sostenible y legítimo debe ser inclusivo y reflejar las voces y preocupaciones de todos los sectores de la sociedad. Desde Caribe Afirmativo hacemos un llamado a que la metodología de participación debe ser explícita y detallada, los espacios para territorios y víctimas deben estar claramente definidos, y se debe asegurar la participación activa de las mujeres y de las personas sexo-género diversas. Solo a través de un enfoque verdaderamente inclusivo y participativo se podrá construir una paz sostenible y justa en Colombia.