Más reciente Reflexión afirmativa

2025 arrancó con un alto índice de violencia contra las personas LGBTIQ+

Siete asesinatos de personas LGBTIQ+, tres actos de agresión hacia mujeres trans y un hombre gay desaparecido fueron hechos que se registraron en los primeros días del año nuevo en Colombia.

El inicio del año significa para todas las personas la ilusión de nuevos proyectos y la esperanza de que las cosas estarán mejores que el año inmediatamente anterior. La conexión festiva entre cerrar un año e iniciar otro trae en los actos colectivos acciones y rituales que, de un lado, buscan exorcizar las expresiones desalentadoras del año que concluyó y, del otro, recibir con la mejor disposición las mejores energías para que la nueva anualidad esté cargada de realización personal y colectiva.

En lo que compete a la vida de las personas LGBTIQ+ en Colombia, el cierre del año 2024 significó no solo poner fin a un año con un balance altamente preocupante en el incremento de discursos de odio, avance de grupos antiderechos y la instalación de narrativas homofóbicas y transfóbicas —como lo vimos tanto en el hundimiento del proyecto de ley “Nada de curar” como en la llegada al Congreso, por primera vez, de un proyecto de ley contra los derechos de las personas sexo-género diversas—. Unido a eso, el preocupante mantenimiento de la violencia dejó, en datos preliminares de Caribe Afirmativo, más de 50 asesinatos documentados hasta ahora. También se reportó la continuidad de amenazas hacia liderazgos y de actos de violencia de parte de la fuerza pública, sobre todo hacia las personas trans.

Las últimas horas de 2024 y los primeros 15 días de 2025, mientras que la mayoría de personas disfrutaban en sus casas de la vida en familia, la fiesta y la alegría, en el país se dio cuenta de una violencia contundente, con visos de sistematicidad, hacia personas sexo-género diversas en tres dimensiones:

  1. Asesinatos: cometidos mayoritariamente en espacio público, que terminaron con la vida de cuatro personas trans, dos mujeres lesbianas y dos hombres gais.
  2. Agresiones verbales y físicas: unidas con amenazas contra liderezas trans, una de ellas por dedicarse a actividades sexuales pagas.
  3. Desaparición: de un hombre gay, luego de frecuentar un espacio colectivo.

Estos 12 casos documentados, y seguramente otros que desafortunadamente no están en mi radar, confirman que la vida de las personas LGBTIQ+ está en riesgo en Colombia. Aún la diversidad nos cuesta la vida, y no contamos con los mecanismos institucionales suficientes para construir un proyecto de vida basado en el reconocimiento de la diversidad sexual y de género.

  1. Faltando unas horas para acabar el 2024, en la comuna 2 de Medellín fue asesinada Andreina García García. El último día del año, en la madrugada, ella, reconocida estilista de 50 años, del barrio El Playón de los Comuneros, fue abordada por un hombre que luego se entregó a las autoridades. En su lugar de trabajo le propinaron varios ataques con un arma blanca que terminaron con su vida. Se conoció que, previo a eso, ella había recibido amenazas de muerte, y que de esto sabían las autoridades.
  1. El 2 de enero de 2025, Eder José García, de 50 años de edad, fue asesinado en el barrio Las Gaviotas de la ciudad de Cartagena. Eder se dedicaba al negocio del mototaxismo en la ciudad, administrando varias motocicletas para este uso. El día de su asesinato, sus vecinos indicaron que varios jóvenes llegaron a su residencia y departieron con él hasta altas horas de la noche. La gente dejó de verlo varios días y, cuando fueron a su apartamento, encontraron en su cuarto su cuerpo sin vida con lesiones de arma cortopunzante.
  1. En el municipio de San Roque, Medellín, el 5 de enero de 2025, la profesora Margarita Enith, mujer lesbiana y docente del programa Buen Comienzo de la alcaldía municipal, fue asesinada. Ella no tenía amenazas y realizaba un gran liderazgo social en el territorio. Las expresiones de repudio de las autoridades, actores sociales y culturales, y el movimiento LGBTIQ+ del municipio, unido a los lamentos de familias y estudiantes, dan cuenta de la gran pérdida para el municipio de una gran docente. No existían indicios de desprecio o discriminación hacia su visibilidad lésbica. Todo lo contrario: se le reconoció como una de las abanderadas de los avances municipales en materia de reconocimiento a la diversidad sexual y de género.
  1. El 9 de enero de 2025, en el municipio de Cajicá, Cundinamarca, fue asesinada la lideresa trans Natalia Andrea Santodomingo. Ella era una lideresa del colectivo de trabajo sexual en este municipio. Le quitaron la vida en el lugar donde ejercía su oficio, propinándole 17 impactos con arma blanca que le causaron la muerte de forma inmediata. Los colectivos y la Mesa Diversa del municipio han promovido movilizaciones para exigir que su asesinato no quede en la impunidad, y han solicitado protección para las otras mujeres trans que ejercen el trabajo sexual en este territorio, ya que sienten que sus vidas corren peligro.
  1. El 10 de enero fue asesinada en Cúcuta Betsy Mariel, una mujer trans cucuteña, trabajadora sexual, quien fue asesinada junto con una amiga en su residencia del barrio Juan Atalaya de esta ciudad. Esto ocurrió en el marco de un incremento de violencia contra mujeres trans trabajadoras sexuales en esta ciudad, mayoritariamente de origen venezolano, quienes en los últimos meses han sido víctimas de amenazas panfletarias e intimidaciones de actores ilegales que controlan el territorio en razón de su expresión de género, sin medidas de protección adecuadas por parte de las autoridades.
  1. El 11 de enero de 2025 se conoció del asesinato, en Barrancabermeja, Magdalena Medio, de Diany Ruiz, un hombre trans de la colectiva Magdalena Diversa. Se encontraba en un lugar de venta de servicios cuando se presentó un ataque con arma de fuego que terminó quitándole la vida. El ataque correspondería a un ajuste de cuentas en el centro comercial conocido como Ibiza, donde los armados dispararon en varias oportunidades contra una de las víctimas. Las balas alcanzaron a Diany Ruiz, quien perdió la vida en el lugar de los hechos junto con otra mujer, mientras una persona más quedó gravemente herida.
  1. Durante los dos fines de semana que lleva el año, mujeres trans que se dedican al trabajo sexual fueron agredidas con armas de fuego en el espacio público de Armenia. Hombres, desde una camioneta, dispararon con armas traumáticas, hiriendo a dos de ellas el 9 de enero de 2025. Las mujeres trans de esta ciudad, desde el año 2024, venían solicitando un mecanismo de protección especial, pues denuncian que la persecución es sistemática y está relacionada con un interés de prohibir su trabajo sexual. Si bien el gobierno estableció una mesa de trabajo al respecto, es clave obtener resultados inmediatos.
  1. El 5 de enero, en el municipio de Santuario, Antioquia, una mujer trans de origen venezolano fue víctima de un atentado con arma de fuego que dejó gravemente herido a su compañero sentimental. Ella recibió amenazas exigiéndole abandonar el municipio. El oriente antioqueño, que tiene alta presencia de personas trans de origen venezolano, no cuenta con acciones de acogida especializada. Por el contrario, sienten que hay un recrudecimiento del desprecio por su origen nacional e identidad de género.
  1. En Medellín, el 8 de enero, desapareció el joven gay William David López luego de salir de un espacio colectivo en el barrio Boyacá Las Brisas. Al día de hoy no se sabe de su paradero. Los espacios de encuentro barriales de personas LGBTIQ+, que se han incrementado en las ciudades del país por el florecimiento del activismo, no están contando con las garantías necesarias de seguridad.
  1. En Valledupar, el pasado 9 de enero, una mujer trans fue víctima de un acto de discriminación y violencia en el sistema de salud. El médico encargado de proveerle atención de rutina a Yuliana, una lideresa trans reconocida del departamento del Cesar, cometió un abuso de autoridad al negarle atención y al no reconocerla como una persona trans. Además, cuando ella trató de reclamar sus derechos como paciente y de grabar las evidencias de la negación del servicio, fue repelida con violencia.
  1. En Puerto Colombia, Atlántico, el 10 de enero de 2025, un hombre gay fue víctima de una agresión física en el centro gastronómico Muelle 1888. Una persona de servicios generales que atiende este lugar se negó a permitirle hacer uso del espacio y lo retiró con golpes, expresando insultos relacionados con su orientación sexual. Mientras esto ocurría, los transeúntes y usuarios del lugar guardaron silencio; nadie se solidarizó para frenar este acto de violencia y discriminación.
  1. El 16 de enero de 2025 se registró el asesinato de José David Díaz Maldonado, una persona LGBTQ+ de Zambrano, Bolívar. Según indicaron testigos y autoridades, habría sido víctima de un ataque con arma de fuego al interior de su vivienda. En Bolívar, este constituye el segundo caso registrado en el año. Es una alarmante situación que refleja la persistente vulnerabilidad de las personas LGBTIQ+ en la región.

Estos 11 casos de violencia evidencian que, aunque Colombia ha avanzado en materia de reconocimiento de derechos de las personas LGBTIQ+ de manera nominal, sigue siendo muy difícil construir un proyecto de vida basado en la diversidad sexual y de género.

Con el agravante de que los asesinatos, que nos siguen colocando como uno de los países más violentos de la región, están cargados de un alto nivel de impunidad. Esto deja constancia de que las vidas de las personas sexo-género diversas no importan.

No queremos seguir lamentando que estas cosas pasen; queremos evitar que ocurran. Ojalá el reciente anuncio de la creación de un CONPES, que honra el Plan de Desarrollo: Colombia, una potencia para la vida, permita que, por fin, el Estado cuente con herramientas materiales para responder a los requerimientos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersex y no binarias.

Ojalá este sí sea un instrumento que active, de una vez por todas, acciones de transformación que no se desgasten en burocracia, sino que garanticen una vida digna para las personas LGBTIQ+. Que prevenga la violencia, haga posible vivir dignamente y en libertad desde la diversidad sexual y de género, trabaje la cultura ciudadana para desmontar el desprecio naturalizado hacia nuestras vidas y garantice acceso a los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales.

Wilson Castañeda Castro
Director Caribe Afirmativo

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